Resulta que los aviones supersónicos son como los autobuses: esperas años para que llegue uno, y entonces llegan dos al mismo tiempo.
Casi ocho años después de que el Concorde aterrizó por última vez, los fabricantes de aviones y diseñadores del Salón Aeronáutico de París han dado a conocer dos conceptos rivales e hijos de los aviones supersónicos.
El primero, el Transporte Hipersónico Cero Emisiones (ZEHST, por sus siglas en inglés) del fabricante de aeronaves EADS, será propulsado por biocombustible hecho de algas marinas, llevará a los pasajeros por encima de la atmósfera de la Tierra y reducirá dramáticamente los tiempos de vuelo.
EADS dice que los tres tipos de motor de la aeronave –de aviones convencionales, de cohetes y estatorreactores supersónicos– le permitirá acelerar a la velocidad Mach 4, alrededor de 5.000 kilómetros por hora.
Eso reduciría el tiempo de viaje de París a Tokio de las actuales 11 a menos de dos horas y media.
Hay un problema: el avión está programado para despegar hasta 2050.
El segundo, SonicStar, es anunciado por Hyper Mach, su creador como “el futuro en vuelos”. Volará al doble de velocidad que el Concorde, uniendo a Nueva York y Dubai en dos horas y 20 minutos –alrededor del tiempo que tardarías en ver sólo una película durante el vuelo– y permitirá a los pasajeros dar la vuelta al mundo en menos de cinco horas.
El presidente ejecutivo de Hyper Mach, Richard Lugg, dijo que el avión haría que “llegar al otro lado del mundo se sienta como dar la vuelta en la esquina”.
Lugg dijo a los periodistas que se había inspirado en un joven mirando el viaje inaugural del Concorde, y había hecho de eso el “trabajo de la vida” para inventar la próxima generación de aviones hipersónicos.
Lugg dice que el avión alcanzará velocidades de hasta Mach 3.6 –el doble de la velocidad del Concorde– y volará a 18,300 metros, lo suficientemente alto como para que los pasajeros vean la curvatura de la tierra.
También promete reducir las emisiones y el ruido. La nueva tecnología significa que no va a crear el boom sónico por el cual era conocido su predecesor.
“Esto se está haciendo con la vista puesta en el futuro, pero tiene sus pies firmemente arraigados en investigación científica sólida”, insistió Lugg.
Y lo más importante, cree que estará listo mucho antes que el ZEHST: Hyper Mach tiene el objetivo de que SonicStar esté en el aire antes de junio de 2021.
Pero, al igual que el Concord, volar en el SonicStar estará fuera del alcance de la mayoría de los turistas y viajeros de negocios: Lugg dice que tendrá capacidad para sólo 20 pasajeros en el “alojamiento de lujo VVIP”.
Pero los expertos han expresado una nota de precaución: estos no son los primeros aviones de concepto tecnológicamente complejo; y puede que no sean los últimos en terminar sus días atrapados en un boceto.
“Buena suerte para ellos, pero soy muy escéptico”, dijo Murdo Morrison, editor de la revista Flight International.
Y agregó: “Los costos de diseñar algo así desde cero son astronómicos, e incluso, si pueden llegar a la fase de prototipo, eso no es ni la mitad de la batalla, es quizás el 10 por ciento. El espacio aéreo está lleno de empresas que quebraron una vez que iniciaron la producción.
“La ciencia existe, sabemos que los aviones pueden volar a velocidades supersónicas. Los aviones de combate lo hacen, lo hizo el Concorde. La tecnología está ahí, pero el problema es hacer que funcione comercialmente.
“Si fuera fácil, si fuera posible, uno de los grandes fabricantes lo hubiera hecho ya”.