Los agricultores de Alabama se quejan de que la ley HB 56 está perjudicándolos por la falta de mano de obra.

Por Rafael Romo, CNN

Un grupo de granjeros de Alabama está indignado con sus políticos. Se enfrentan a una catástrofe económica, según dicen, porque sus frutas y verduras se les pudren en los campos por falta de mano de obra que las recoja.

Argumentan que la ley HB 57 contra la inmigración ilegal ha asustado a los trabajadores hispanos que antes hacían esas labores.

“Hemos hecho todo lo que podíamos por reemplazarlos, pero nadie quiere esos trabajos. Esa es una idea equivocada”, se queja Frank McGee, de la empresa Alex Cantos Fruit.

Lana Boatwright, casada con un agricultor cuya familia posee una granja desde hace cuatro generaciones, dice que la HB 56 está colapsando todo. “Ese es el dinero del que vivimos”, se lamenta.

El senador estatal Scott Beason, uno de los autores de la ley, escucha sus quejas, pero se mantiene firme.

“No creo que se pueda redactar de una forma que exima a la agricultura o algo así. Uno tiene que decidir qué va a hacer con los inmigrantes ilegales que se encuentran en el estado: o se lo pones difícil estar aquí o se lo pones fácil, y mi postura es mantener la ley que tenemos”, dijo Beason.

En el estado de Georgia, donde se aprobó una ley similar a la de Alabama, los agricultores dicen no haber tenido mano de obra suficiente durante el verano. Hablan de hasta 11.000 trabajadores menos de los que hubieran necesitado.

Para compensar eso, las autoridades del estado recurrieron a delincuentes en libertad condicional, pero el calor extremo y las 10 horas de trabajo disuadieron a muchos de ellos.

En el caso de Alabama, la gente del campo hace esfuerzos desesperados para reemplazar a los hispanos que se marcharon. Incluso ofrecen más dinero, pero sin éxito.

Giuseppe Peturis, un agricultor que durante años recurrió a la mano de obra inmigrante para trabajar en su campo lo tiene muy claro.

“Los estadounidenses no van a trabajar con el calor, doblando la espalda… no trabajan tan duro como los hispanos”.

Según un estudio de la Universidad de Georgia, la escasez de mano de obra le ha costado a los agricultores más de 75 millones de dólares en lo que va de año. La agricultura es una de las principales industrias en Georgia y algunas autoridades, entre ellas el comisionado de agricultura del estado, ya han pedido un programa de trabajadores temporales de emergencia para hacer frente a la situación.