La policía hace un llamado a los medios de comunicación para que evalúen sus políticas de información.

Por Merlín Delcid Rodríguez

Formar parte de una pandilla en El Salvador tiene hoy día un componente mediático.

Si en un principio el rito de iniciación de un nuevo miembro era una fuerte golpiza, y más adelante un asesinato, ahora el nuevo requisito para pertenecer a estos grupos es que el crimen llame la atención de los medios de comunicación, según la policía salvadoreña.

“El valor real que se da al cometimiento de un hecho es lograr que ese homicidio sea publicado en un medio de comunicación. Incluso usan la palabra ‘colgado’, es decir, que tiene que ser visto en un periódico, en la televisió”, dijo el comisionado de la policía Howard Cotto.

Dicen haber obtenido esa información de confesiones de pandilleros detenidos.

Las autoridades sostienen que esta es una de las razones del aumento de crímenes y la violencia con la que son cometidos, por lo que han instado a los medios a que revisen sus políticas editoriales con respecto a la criminalidad, que deja un promedio de 12 asesinatos diarios.

“Hay que buscar la manera de ilustrar este tipo de casos, de manera que sean todo un contenido para nuestros públicos pero al mismo tiempo signifique el rechazo a este tipo de acciones de violencia”, afirma Nery Mabel Reyes, presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador.

“Todo esto no lo conocíamos y debemos evaluar los contenidos que publicamos los medios, sin que eso signifique una mordaza o autocensura”, agrega.

En 2007, las autoridades de El Salvador trataron de regular estos contenidos. Entonces, quince medios de comunicación firmaron un acuerdo para no mostrar cadáveres ni escenas de violencia, no hacer apología del delito y crear conciencia entre la población de que este era un problema de nación.

Sin embargo, a fecha de hoy soy pocos los puntos que aún se cumplen.