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Por Madison Park

Después terminar la maratón de Chicago el domingo, Amber Miller se enfrentaba a otro desafío de resistencia: el parto. La mujer de 27 años corrió la mitad y caminó el resto de los 42 kilómetros de carrera en seis horas, 25 minutos y 50 segundos.

Dice que cuando cruzó la línea de meta, alrededor de las 3 de la tarde, sintió un pequeño dolor. La llevaron al hospital en donde dio, a las 10:30 p.m., dio a luz a June, una saludable bebé de 3,1 kilogramos.

“Sin duda la carrera fue más fácil que la labor de parto”, declaró al canal de televisión WLS, afiliado de CNN.

La competencia del domingo fue su octavo maratón, y el segundo que compitió durante el embarazo. Aseguró los médicos le dieron autorización para correr la mitad de la carrera. “No tomo riesgos. El bebé es más importante”, dijo Miller, a WLS. “Sé que puedo manejarlo”.

Las mujeres embarazadas por lo general no realizan el ejercicio suficiente. Quienes mantienen un peso saludable durante el embarazo tienen menos probabilidades de tener complicaciones durante el parto, de sufrir diabetes gestacional o trauma de parto, dice la doctora Patricia Santiago-Muñoz, profesora asistente de ginecología y obstetricia del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern.

“El parto se siente como un maratón”, dice Santiago-Muñoz. “El proceso del parto pone mucha tensión al corazón. Hay un flujo mucho mayor de sangre en el cuerpo. El corazón necesita adaptarse a eso. De alguna manera es como hacer ejercicio”.

Santiago-Muñoz, quien no formó parte de la atención médica de Miller, ha tenido pacientes activas que corren, trotan o navegan durante sus embarazos.

Las atletas veteranas como Miller, quien ya había corrido 8 maratones anteriormente, pueden mantener su nivel físico durante sus embarazos, con pequeñas modificaciones, explica. “En general, es bueno hacer ejercicio durante el embarazo”.

Pero depende del tipo de ejercicio. Santiago-Muñoz no recomendaría los deportes de contacto como el baloncesto, el béisbol o incluso montar a caballo. La doctora sugiere el yoga, caminar, nadar y andar en bicicleta (en caminos conocidos).

Pero para los atletas más aficionados, “el consenso general es que el embarazo no es un momento para iniciar un nuevo deporte, especialmente uno como éste”. Esto significa que las mujeres sin experiencia no deben participar en su primer maratón durante el embarazo, sino limitarse a rutinas de bajo impacto.

Las mujeres embarazadas deben ser conscientes de los cambios en su centro de gravedad y también deben mantenerse bien hidratadas mientras realizan ejercicio.

“Si empiezas a sentir calor, el bebé siente aún más calor”, explica. “Es algo de lo que las mamás deben ser especialmente conscientes”.

Durante el ejercicio, el flujo sanguíneo de la madre se desvía desde el útero hacia los músculos que ejercita, pero no es algo por lo que se deba preocupar tanto, dice Santiago- Muñoz. Y los bebés que nacen de mamás que hacen ejercicio constante tienden a ser más pequeños, pero eso a largo plazo no limita su crecimiento, apunta.

Trotar no lastima al feto. “El feto está muy bien protegido en el útero, porque está en el líquido amniótico”, señala Santiago Muñoz, experta en embarazos de alto riesgo. “El bebé flota ahí. Es muy feliz”.