Jova se debilitó y es ahora una tormenta tropical que se desplaza sobre el oeste de México, aunque las lluvias que puede descargar siguen siendo una “gran amenaza”, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Solo en la ciudad de Manzanillo, las inundaciones dejadas por Jova ha obligado a unas mil 400 personas a buscar protección en refugios de la zona, mientras otras se han mantenido en el techo de sus casas.
En algunas zonas de la ciudad el nivel de las aguas alcanzó un metro de altura.
Barricadas militares han sido colocadas cerca de puentes severamente dañados para evitar el paso de vehículos.
La tormenta, con vientos de 80 kilómetros por hora, seguirá perdiendo fuerza, según los pronósticos, hasta convertirse en depresión tropical este jueves y luego disiparse por completo para el viernes.
El sistema se encontraba a unos 50 kilómetros al nordeste del balneario de Puerto Vallarta a las 2 p.m. hora de Atlanta, y se desplazaba hacia el norte a 11 kilómetros por hora.