Las detenciones de personas que intentan cruzar ilegalmente la frontera suroeste de Estados Unidos han disminuido en más de un tercio durante los últimos dos años, afirmó este miércoles Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos.

“La fuerza policial adicional y el despliegue de tecnología y recursos” en dicha zona han ayudado a aumentar los decomisos de dinero, drogas y armas, a la par de la disminución de las aprehensiones de ilegales, dijo Napolitano durante una audiencia ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.

“En los años fiscales 2009, 2010, y la primera mitad de 2011, la patrulla fronteriza y el ICE ha incautado un 75% más de dinero, un 31% más de drogas, y un 64% más de armas en la frontera suroeste, comparado con los últimos dos años y medio de la administración previa”, dijo Napolitano.

Los intentos ilegales de cruzar la frontera, medidos por el número de aprehensiones registradas por la patrulla fronteriza, “han decrecido un 36% en los últimos dos años, y son menos de un tercio de lo que fueron durante su máximo histórico”, afirmó. En los puertos de entrada entre Arizona y Sonora, a 16,000 personas se les rechazó la entrada por diversos motivos, entre ellos sus antecedentes criminales, y se registraron 342,000 aprehensiones, detalló la secretaria.

La inseguridad y el flujo de inmigrantes ilegales en dicha zona de la frontera impulsaron a la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, a defender la ley SB1070, que, entre otras provisiones, proponía que cualquier persona sospechosa de ser indocumentada pueda ser detenida e interrogada por la policía.

La ley promulgada en abril de 2010 se unió a otras medidas aprobadas por dicho estado en años anteriores, como una de 2005, que permite al estado procesar a traficantes de indocumentados; y otra en 2007, que castiga a los patrones que contraten trabajadores que no tienen permiso laboral.

Los críticos de la ley SB1070, la cual aún se encuentra en litigio, argumentan que la iniciativa fomentará la discriminación racial en el estado.

Sin amnistía para indocumentados

La secretaria de Seguridad Interna anunció la creación de un grupo interinstitucional que permitirá a los jueces, a las cortes federales y a las de apelaciones que procesen más rápidamente casos de alto impacto.

“En parte, el proceso diseñado por el grupo de trabajo identificará los casos de baja prioridad y sobre caso por caso, estos se harán a un lado”, dijo Napolitano, lo que permitirá optimizar los recursos, y expulsar del país “a esos individuos que representan una gran amenaza”.

“En ningún momento a alguna persona se le garantizará cualquier forma de amnistía. No habrá una reducción en los niveles de (…) expulsiones”, agregó.

La semana pasada, el gobierno estadounidense anunció que se deportaron a 392,000 inmigrantes ilegales durante el año fiscal de 2011, una cifra récord, un 90% de ellas dentro de “categorías prioritarias”, como delincuentes procesados y reincidentes.

Los esfuerzos por hacer más eficiente la expulsión de indocumentados ocurren a cinco meses de que el presidente Barack Obama relanzara su esfuerzo migratorio. Durante un discurso en El Paso, Texas, en mayo pasado, Obama pidió que los inmigrantes en Estados Unidos salgan de “las sombras”.

Aunque Obama se reunió con importantes funcionarios latinos y defensores de una reforma, esta no pudo ganar la aprobación del Congreso el año pasado. Según Obama, se estima que hay 11 millones de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos.

Para lograr el orden migratorio, Obama afirmó que se debe castigar a las empresas que explotan a los indocumentados, y que quienes ingresaron ilegalmente a Estados Unidos deben aceptar que violaron la ley, pagar impuestos, una multa, y aprender inglés.