(CNN) - Este martes fue el funeral de un joven hispano indocumentado que se suicidó, según las cartas que dejó escritas, por la desolación que le producía no poder ir a la universidad en Estados Unidos debido a su situación migratoria y el miedo de residir como ilegal en el país.
Joaquín Luna, de 18 años, perdió rápidamente el entusiasmo incluso de ir a la escuela, dice su familia.
El viernes, después del Día de Acción de Gracias, se puso un traje, besó a los miembros de su familia, fue al baño y se disparó en la cabeza.
“No vio otro camino u otra opción”, dijo su hermano Diyra Mendonza a KBGT, afiliada de CNN. Mendoza encontró el cuerpo después de escuchar el disparo.
Mendoza asegura que la carta que dejó su hermano revela sus temores acerca de estar en el país de forma ilegal.
También estaba frustrado porque el Dream Act, una iniciativa que permitiría legalizar a inmigrantes jóvenes que han estado en el país por más de cinco años si estudian la educación superior y se unen al Ejército, no ha sido aprobada.
Luna, que estudiaba en la escuela secundaria Juárez Lincoln de Mission, Texas, fue traído a Estados Unidos cuando tenía 6 meses de edad.