Los participantes de la Iniciativa para el Liderazgo Latino se reunieron con el astronauta José Hernández.

Por David Gergen y Michael Zuckerman*

(CNN) –  Uno no tiene que ser hispano para reconocer la importancia de la población latina en el futuro de Estados Unidos. Con un crecimiento de 43% durante la década pasada y una proyección que alcanzará cifras cercanas a un tercio de la población del país para el 2050, el futuro de nuestra nación está fuertemente ligado con el de los hispanos: si a ellos les va bien a todos nos irá bien, si ellos caen, miren hacia abajo.

Desafortunadamente, las condiciones sociales son ahora desalentadoras. De acuerdo con un reporte del Pew Hispanic Center hay más niños latinos viviendo en la pobreza – 6,1 millones – que en cualquier otro grupo racial o étnico. Aquellos impactados por la recesión aumentaron 36% desde el 2007 (La pobreza en los niños blancos y negros subió 17,6% y 11,7% respectivamente).

La brecha educacional entre blancos e hispanos en los grados 8vo al 12vo se ha mantenido prácticamente al mismo nivel desde 1994, mientras que la tasa de hispanos que abandonan los estudios – 17,6% – sigue casi siendo del doble que el 9,3% de los estudiantes negros y casi el triple del 5,2 de los estudiantes blancos. Claramente no estamos haciendo todo lo que deberíamos y vamos a cosechar tempestades si seguimos dejando que una creciente parte de nuestra población siga creciendo en la pobreza y sin una buena educación.

¿Cómo se resuelve esta crisis? Mientras que hay muchas buenas ideas dando vueltas, en la que deberíamos enfocarnos es en fomentar la capacidad de liderazgo y compromiso social, particularmente en la generaciones en crecimiento.

La comunidad hispana, al margen de su rápido crecimiento no está bien representada en el liderazgo del gobierno de nuestra nación, en los negocios y en las organizaciones no gubernamentales: los hispanos tienen solamente 26 bancas en la Cámara de Representantes – sólo un 6% versus 16% de la población – y sólo 43 sillas de directorio en las 100 empresas Fortune, alrededor de 3,6% en un total de 1.191. Cuando festejamos al saber que las inscripciones a la universidad entre hispanos había crecido un 24% entre 2009 y 2010, llegando a un pico máximo de 12,2 millones, reconocimos que un diploma es solamente el primer para construir un liderazgo capacitado. Se necesita más para incrementar la representación de los líderes latinos in los sectores sociales, públicos y privados.

En el Centro para el liderazgo público de la Escuela Kennedy en Harvard, existe un programa del cual estoy orgulloso de haber creado en los últimos dos años y es la Iniciativa de Liderazgo Latino Latino Leadership Initiative, el primero de su tipo en EE.UU.. Trabajando con presidentes de centros de estudios, y decanos de estudiantes de todo el país, el instituto identifica alrededor de 40 estudiantes jóvenes, de universidades con un gran número de estudiantes hispanos y los invita a Harvard con todos los gastos pagos. Allí los sumerge en una intensiva semana de educación ejecutiva, designada para mejorar sus habilidades y liderazgos a través de la enseñanza, la práctica y la tutoría de modelos inspiradores.

Las sesiones en las clases están enfocadas en el desarrollo de diversas áreas del liderazgo, como hablar en público, toma de decisiones, organización de comunidades, medios sociales y negociación. Además, el programa brinda valiosas oportunidades para los participantes – 65% de ellos, este año fueron la primera generación en ir a la universidad  - como estrechar lazo, fomentar una idea de comunidad y solidaridad, al mismo tiempo de interactuar con una cantidad de líderes del gobierno, líderes empresarios y de ONGs. Los invitados del pasado año fueron, por ejemplo, Marshal Ganz, Andy Zelleke y David Carrasco de Harvard, el novelista ganador del Pulitzer, Junot Díaz, el emprendedor Farouk Shami, el astronauta José Hernández y la ejecutiva de Pinnacle Technical Resources, Nina Vaca.

Por supuesto que Harvard no tiene el monopolio de la sabiduría, pero lo que sí tiene es un enorme poder de convocatoria y el simple hecho de que estos estudiantes estén en el campus de la universidad manda un mensaje: Pensamos que ustedes representan una parte importante del futuro de EE.UU. Creemos que ustedes están listos para cambiar el mundo.

Como dijo David Carrasco, de la Divinty School, el primer latino en tener una cátedra en Harvard, al grupo: “Ustedes representan la nueva demografía de EE.UU. y sus liderazgos tienen el potencial de revitalizar una nueva democracia”.

Una de las mejores cosas del instituto es que el aprendizaje no se termina cuando finaliza la semana de sesiones. Lo aprendido en las aulas se pone en práctica a través de requerimientos post programa, que moviliza a los estudiantes a formar grupos para desarrollar y ejecutar un proyecto de ayuda comunitaria en cooperación con sus mentores y sus instituciones. Darío Collado, quien maneja el instituto, realiza el seguimiento a través de llamadas en conferencia con los alumnos para que éstos reporten sus progresos y compartan las mejores estrategias. El año pasado, estudiantes del instituto provenientes de la Universidad de Houston crearon un programa de entrenamiento para 50 maestros de 8vo grado en las escuelas de la zona. Les dieron seis horas de instrucción y tutoreo por semana durante todo el año escolar, que culminó con un retiro de un día completo en el campus de la universidad.

Proveer un entrenamiento para el liderazgo por sí solo no cerrará la brecha o borrará la pobreza infantil, pero puede ocupar un lugar importante. Con el crecimiento de la nueva generación de jóvenes latinos, ellos tendrán el poder de darle forma a su futuro y en forma creciente de formar el futuro del país. Como preguntó José Hernández, el segundo astronauta latino, en la reunión con los estudiantes: “¿Están listos para ser agentes de cambio? Porque, les guste o no, ustedes son modelos y esa es un herramienta poderosa”.

El novelista Junot Díaz agregó: “Anímense, están preparados para la tarea. Si sobrevivieron la infancia como latinos en EE.UU., no hay nada que no puedan sobrevivir”

La respuesta de los estudiantes fue conmovedora. Uno de ellos dijo: “Antes era un observador. Ahora quiero actuar.”

Nota del editor: David Gergen es un analista político de CNN y se ha desemeñado como consejero de cuatro presidentes. Es profesor de Servicio Público y Director del Centro para el liderazgo Público en la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad de Harvard. Sígalo en Twitter @David_Gergen. Michael Zuckerman es el asistente de investigaciones de David Gergen.