(CNN) — La crítica de un republicano al Departamento de Justicia de Estados Unidos calentó los ánimos durante la comparecencia del secretario de Justicia, Eric Holder, ante el Congreso, y advirtió sobre un juicio político por el manejo del operativo Rápido y Furioso, un fallido y ahora desacreditado plan para el rastreo del tráfico de armas.
“Las cabezas deben rodar”, dijo el republicano de Wisconsin, Jim Sensenbrenner a Holder durante su presentación ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.
“Realmente no hay responsabilidad dentro del Departamento de Justicia. La cosa es que, si no llegamos al fondo de esto -y eso requiere de su apoyo- hay solo una alternativa para el Congreso y se llama juicio político”.
Sensenrbrenner no dejó claro si se refería a un juicio contra Holder o contra otros funcionarios del Departamento de Justicia.
Mientras Holder y sus críticos están en desacuerdo sobre las responsabilidades en el operativo, coinciden en que las consecuencias de éste aún no terminan.
Rápido y Furioso “continuará teniendo trágicas consecuencias”, dijo Holder durante su comparecencia.
“Más personas van a morir, probablemente”, dijo el republicano de Texas, Ted Poe.
“Desafortunadamente, probablemente eso sea verdad”, coincidió Holder.
El operativo Rápido y Furioso, que comenzó en 2009, permitió que se compraran armas ilegalmente en Arizona y se llevaran a los cárteles de la droga mexicanos a través de la frontera. La intención de la operación era monitorear el flujo de armas para conocer su destino final.
Sin embargo, cientos de armas se perdieron o se desconoció su destino, dos de ellas fueron encontradas en el sitio donde el agente de la patrulla fronteriza Brian Terry murió en diciembre del año pasado.
El representante republicano Darrell Issa dijo que la culpa por la operación “debe de ir a su escritorio”.
Holder, al testificar ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, reiteró que la operación se basó en “tácticas inaceptables”, y que no tenía excusa.
Pero insistió en que el Departamento de Justicia ha cooperado con las investigaciones del congreso y que si se entregó información equivocada, no fue intencional.
“Todo tiene que ver con su estado mental y si tienen o no la intención plena de aportar algo que sea considerado perjurio o mentira”, dijo Holder.
El secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, trató este jueves de devolver la pelota a los críticos en el partido republicano, al acusarlos de una “retórica inflamatoria e inapropiada… destinada a ganar puntos políticos”.
El mes pasado, Holder testificó ante el Comité de Justicia del Senado que la controversial operación “jamás debió haber sucedido y… jamás debe suceder otra vez”, golpeando a la Oficina de Tabaco, Alcohol, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
Varios congresistas republicanos piden la renuncia de Holder. Incluso, el representante Paul Gosar de Arizona dijo el mes pasado que la negativa del secretario de justicia de “tomar responsabilidad por las acciones de su dependencia es inexcusable”.
Este miércoles, el senador republicano por Iowa, Charles Grassley, pidió que el subsecretario de Justicia, Lanny Breuer, renuncie por informar mal al Congreso sobre lo que sabía en una carta fechada el 4 de febrero pasado, donde negó que la operación existía.
El departamento de Justicia recientemente desacreditó la carta debido a inexactitud en la información, según el senador Grassley, varios correos enviados a investigadores del Congreso mostraron que Breuer vio varias versiones de la carta —incluyendo la enviada al Congreso— antes de que fuera enviada en febrero.
Además, Grassley dijo que Breuer sabía en 2010 de operaciones de armas previas realizadas por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés) durante la administración de George W. Bush, pero que no notificó al Congreso o a sus superiores sobre esto.
“El fracaso del señor Breuer de ser sincero y venir ante este cuerpo daña irreparablemente su credibilidad”, dijo Grassley. “El señor Breuer ha perdido mi confianza en su habilidad para servir de forma efectiva en el departamento de Justicia. Si no puede ser directo con el Congreso no puede dirigir la división de crímenes. Es tiempo de dejar de darle vueltas al asunto y comenzar a hablar de tomar responsabilidades”, agregó.
En respuesta, la vocera del departamento de Justicia, Tracy Schmaler, dijo que Breuer “ha reconocido su error en no alertar a altos funcionarios y por tanto no conectar entre los alegatos sobre la operación y las tácticas inaceptables usadas en años anteriores”.
Pero Holder “aún tiene confianza” en la habilidad de Breuer de dirigir la división criminal del departamento, agregó Schmaler.
Breuer y Holder se disculparon con un comité del Senado, y con Grassley en particular, por la información falsa de la carta de febrero. Ambos insistieron en que no sabían que las afirmaciones de la carta eran falsas cuando se envió.
Sin embargo, Grassley dijo este miércoles que documentos adicionales obtenidos recientemente por investigadores del Congreso muestran que Breuer debió de estar al tanto de que la carta contenía afirmaciones falsas, porque conocía de otro programa similar llamado Operación Receptor Abierto.
En México, el caso ha tenido connotación nacional y ha provocado fuertes críticas de altos funcionarios, que han dicho por mucho tiempo que las armas estadounidenses fomentan la lucha entre cárteles.
La Procuraduría General de la República demandó una rápida investigación sobre el caso en marzo, y dijo que las autoridades deben llevar a la justicia a quien sea responsable por la operación.
Tom Cohen, Terry Frieden y Jim Barnett contribuyeron con este reporte