Los médicos voluntarios de la Sociedad de Doctores de Tahrir, ya atendieron a más de 3000 personas durante los hechos de violencia en El Cairo.

(CNN) – La médica egipcia Amany Sadek estaba tratando a un paciente en el hospital de campaña montado cerca de la plaza de la Revolución en El Cairo, cuando el edificio fue rodeado por las fuerzas armadas. Los doctores apagaron las luces, se quedaron en silencio y no pudieron dejar entrar o salir a la gente. “Fue horrible, podíamos oír los disparos afuera,” dijo Sadek. “Seguimos atendiendo a los pacientes a oscuras y cuando una hora después abrimos las abrimos las puertas, encontramos gente desesperada afuera que necesitaba ser atendida,” dijo.

“Estaba asustada y mis colegas también pero una se acostumbra. Es que a pesar de los ataques, el hospital es el lugar más seguro para estar,” agregó Sadek.

La doctora Sadek es una de las fundadoras de la Sociedad de Doctores de Tahrir, un grupo de voluntarios formado espontáneamente en enero pasado, para atender a los manifestantes heridos durante la Revolución.

El viernes pasado, cuando se desató la violencia entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, después de la segunda ronda de votos por las elecciones parlamentarias; esta sociedad montó nuevamente y por quinta vez en el año, su hospital de campaña en la mezquita Omar Makram, cerca de la plaza del Tahrir.

El Ministerio del Interior dijo que al menos 100 oficiales de seguridad fueron heridos en los enfrentamientos. CNN no pudo confirmar este número en forma independiente.

“Recibimos una llamada a las 5 am diciendo que el ejército estaba atacando gente que dormía en sus carpas. Para cuando llegamos ya había cientos de heridos y reabrimos el hospital y comenzamos a tratarlos ahí mismo” dijo Sadek.

“Desde el viernes hemos atendido a más de 1000 heridos y muchas personas han sido derivadas a otros hospitales para cirugía.”

“Estamos viendo todo tipo de lesiones pero mayoritariamente por disparos.”

El sábado un miembro de la Sociedad fue baleado en el estómago y a otros miembros los amenazaron con arrestarlos.

La Sociedad tiene en este momento alrededor de 20 médicos voluntarios en servicio, a cualquier hora del día o de la noche. La ubicación cerca de la plaza de la Revolución les permite derivar a los pacientes con más rapidez. Esto lo aprendieron gracias a un entrenamiento con los Médicos Sin Fronteras. Otros hospitales situados más cerca han tenido problemas para continuar trabajando: “El ejército atacó a otro hospital de campaña, echaron a los médicos y quemaron todos los medicamentos y suministros que tenían,” comentó Sadek.

El Mayor Mohamed Askar, del Concejo Supremo de las FF.AA. dijo que fueron los manifestantes quienes capturaron y lesionaron a los soldados: “los miembros del ejército que capturaron y luego devolvieron están en los hospitales. Los rebeldes también capturaron a tres oficiales, los torturaron y los soltaron. Incluso hablaron de un cambio de prisioneros”, dijo el militar.

Sadek dice que la violencia de los últimos días es la peor que ella ha visto. Se confirmó la muerte de al menos 14 personas en la última escalada: “esta vez la violencia ha sido la más brutal. Más que en enero y febrero”.

Respecto a los suministros, los voluntarios coordinan miles de donaciones públicas de instrumental médico y medicamentos, a través de las redes sociales, con las cuentas en el microblog Twitter @TahrirSupplies y @TahrirNeeds. “Nosotros anunciamos qué es lo que necesitamos y la gente contribuye con toneladas de ayuda. La gente lo compra en las farmacias o en las fábricas y lo trae hasta el hospital. Es impresionante,” dice la doctora Sadek.

La sociedad fue creada por un grupo de cinco doctores que se conocieron en febrero en las protestas que llevó a la renuncia del presidente egipcio Hosni Mubarak. “Hablábamos de la necesidad de cambiar las cosas y comenzamos así,” dice el cirujano facial de 29 años Ahmad Farouk.

Y agrega que antes de la revolución la gente no pensaba en el voluntariado, sino en cómo ganar lo suficiente para vivir.

“Después de la revolución la gente comenzó a creer en ellos mismos otra vez. Ahora vemos que podemos marcar una diferencia y dejar de pensar solo a nivel personal; esto nos da una gran satisfacción,” concluye.