(CNN) - Algunos funcionarios de inmigración de Estados Unidos encargados de revisar solicitudes de ciudadanía creen que la política federal favorece la promoción de la inmigración sobre la protección de la seguridad nacional, según un informe preliminar de una agencia de control.
Cuando se les preguntó si alguna vez un supervisor les había solicitado aprobar solicitudes que tendrían que ser rechazadas, 63 de los 254 funcionarios de inmigración, o casi el 25%, respondieron “sí”.
Interrogados sobre si contaron con suficiente tiempo para entrevistar a los solicitantes, 109, o 43,4%, comentaron que tuvieron “graves inquietudes” de que los tiempos de la entrevista fueran demasiado breves como para hacer una buena resolución.
El senador Charles Grassley, republicano de Iowa, dio a conocer este viernes un informe preliminar con los resultados de la encuesta y acusó al jefe del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), Alejandro Mayorkas, de crear un clima que dio prioridad a la aprobación de solicitudes de inmigración, en detrimento de la seguridad nacional.
Pero el informe preliminar reportó que los trabajadores de inmigración se han quejado de las presiones por carga de trabajo desde hace más de una década y que el USCIS “ha tomado importantes medidas para mejorar la seguridad nacional y la detección de fraude”.
“El USCIS ha… incrementado la capacitación y los recursos para la detección de fraude”, señaló el reporte, y agregó que se pueden tomar medidas adicionales para aislar a los funcionarios de inmigración de “presiones internas y externas que siguen obstaculizando” el proceso.
El informe preliminar fue redactado por la Oficina independiente del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional. El informe final podría publicarse la próxima semana.
Pero el borrador da de qué hablar a los simpatizantes y opositores del gobierno. Sin embargo, sus principales beneficiarios podrían ser los funcionarios ordinarios de inmigración, quienes procesan los trámites de ciudadanía.
En el documento son señalados por estar abrumados por un aluvión anual de seis millones de solicitudes o peticiones para obtener la ciudadanía estadounidense, la tarjeta de residencia permanente, permisos de trabajo y otros beneficios.
Los Funcionarios del Servicio de Inmigración (ISO, por sus siglas en inglés) por lo general deben completar entre 12 y 15 entrevistas al día, según el informe, lo cual limita las entrevistas a menos de 30 minutos.
“La velocidad con la cual los ISO deben procesar los casos dejan extensas oportunidades para que información crucial sea pasada por alto”, dice el informe. “El consenso entre los ISO en todo el país es que la cantidad es igual de importante que la calidad para los supervisores y gerentes”.
Según el reporte, a los funcionarios les lleva “mucho menos tiempo y esfuerzo” aprobar un caso de lo que les lleva rechazarlo o tomar otras acciones, como pedir más información. En consecuencia, los funcionarios presionados por el tiempo “podrían optar por aprobar un caso marginal y pasar al siguiente archivo”.
Pero estas limitaciones de tiempo no son nuevas, dice el informe. En el 2002, el Inspector General señaló que los funcionarios necesitaban más tiempo para revisar los archivos, pero no fue sino hasta el 2011 que la producción se volvió algo “no fundamental” para la evaluación del desempeño del ISO, señala.
En las entrevistas, varios empleados le dijeron al Inspector General que han sido requeridos para aprobar casos específicos en contra de su voluntad. Bajo la política del USCIS, los funcionarios de inmigración nunca deben firmar una decisión simplemente porque un supervisor ordene tal acción. Sin embargo, “la práctica del USCIS se desvía de esta política”, establece el informe.
“A veces nos quitan los casos y son entregados a funcionarios cuyo supervisor sabe que aprobarán los casos”, escribió un ISO, según el informe.
En un comunicado de prensa presentado este viernes, Grassley dijo que personas con acceso a información privilegiada de la agencia dicen que el director Mayorkas es responsable de fomentar un entorno que alienta la aprobación de tantas solicitudes como sean posibles, sin considerar la elegibilidad o posibles fraudes.
Los informantes, cuyas identidades no fueron reveladas por Grassley, dijeron que un “visiblemente nervioso” Mayorkas preguntó a los empleados el “¿por qué habrían de enfocarse en eso [fraude] en lugar de en las aprobaciones?” y, en otra ocasión, dijo que hay algunos “gerentes con manchas negras en sus corazones” porque no aprobarían más solicitudes de visado.
En un comunicado dado a conocer este viernes, el portavoz del USCIS, Christopher Bentley, comentó que el liderazgo de la agencia “constantemente ha reforzado una cultura de calidad e integridad para garantizar que cada caso sea decidido con base en la ley y en los hechos.”
“El USCIS coincide con las recomendaciones del Inspector General sobre las formas en que puede mejorarse aún más el proceso de adjudicación y de continuar con la mejora de la detección de fraude”, dijo Bentley. “La implementación de estas recomendaciones constituirán otro paso en el esfuerzo del USCIS por mejorar la calidad e integridad en el sistema de inmigración”.