Pérez Molina dijo que una de las metas del Ejército será neutralizar a los grupos criminales.

(CNN) — El nuevo presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, ha llamado a los militares a “neutralizar” al crimen organizado en el país centroamericano.

Un día después de tomar posesión, Pérez Molina apareció para hacer frente a su campaña política de luchar contra el crimen y la violencia con “puño de hierro”.

“Hoy, públicamente, quiero entregar al Ejército una importante meta de colaboración, coordinación y cooperación con otras instituciones de seguridad, que es poner un fin a una amenaza externa y que contribuyan a neutralizar a los grupos armados ilegales por medio de la fuerza militar”, dijo el domingo.

Al dirigirse a las tropas, Pérez Molina dijo que proveerá más recursos al ejército. Indicó que ha discutido una nueva estrategia con los ministros de Defensa y de Interior.

La pobreza es endémica en Guatemala y el país es uno con los peores índices criminales de América Latina. El 43% de los niños menores de cinco años están crónicamente desnutridos.

El índice de asesinatos en 2010 fue del 42% por 100,000 habitantes, uno de los más altos del mundo.

En una encuesta nacional de julio, más de dos tercios de los guatemaltecos dijo que la violencia era lo que más le preocupaba, superando con creces los totales combinados para economía, desempleo, pobreza y educación.

El predecesor de Pérez Molina, Álvaro Colom, también usó a los militares para acabar con el crimen. Declaró estado de sitio en las provincias de Alta Verapaz y Peten, en donde grupos criminales como el mexicano de Los Zetas, habían fortalecido su control de la zona.

Los decretos de emergencia temporal restringieron las libertades ciudadanas y permitieron que los militares pudieran ordenar el arresto y encarcelamiento, sin orden judicial, de cualquiera que pareciera sospechoso de conspirar en contra del gobierno.

Grupos de derechos humanos han expresado su preocupación por el alto rango que Pérez Molina alcanzó en el Ejército durante las décadas de la guerra civil en Guatemala.

Las preocupaciones se basan en el hecho de que los militares guatemaltecos cometieron múltiples atrocidades durante la guerra civil, aunque Pérez Molina no ha estado implicado directamente en ninguno.

Más de 200,000 personas fallecieron o “desaparecieron” entre 1966 y 1996, según estimaciones de las Naciones Unidas.