(CNN) — La FIFA y Brasil, el país anfitrión de la Copa del Mundo 2014, se dirigen a una colisión mientras discuten si debe venderse alcohol en los estadios durante las rondas finales del torneo.
En 2003, el gobierno brasileño aprobó una legislación que prohíbe la venta de cualquier tipo de alcohol en los estadios de fútbol.
Y como la cervecera Budweiser es uno de los principales patrocinadores de la FIFA para el torneo, esto crea un problema para el organismo rector del fútbol internacional.
La FIFA ha luchado por un cambio en la legislación brasileña, y el secretario general de la organización, Jerome Valcke, se encuentra en el país sudamericano para presionar para que esta medida progrese.
Sin embargo, algunos miembros del Congreso brasileño realizan una campaña para que la ley se mantenga igual, una situación que podría complicar los acuerdos del torneo de fútbol de un mes de duración.
La situación parece complicarse, aunque la FIFA envió un comunicado a CNN donde dice que espera que la ley cambie pronto.
“La venta de cerveza en los estadios es parte de la cultura de los aficionados y también será parte de la Copa del Mundo 2014 de la FIFA”, dice el comunicado.
“Es importante señalar que la venta de alcohol se limitará a la cerveza, como se hizo en todas las Copas del Mundo de la FIFA anteriores”.
“Confiamos que podremos resolver los pocos asuntos abiertos y que en marzo de 2012 podamos cerrar el capítulo de la ley 2014, para poder concentrarnos en los aspectos operativos de la organización de la Copa Confederaciones de la FIFA dentro de 18 meses y después la Copa del Mundo de la FIFA 2014”.
El comunicado continua: “En este punto vamos a insistir que nuestros requisitos no cambiaron desde 2007, cuando el presidente Lula firmó las garantías del gobierno y que en realidad son las mismas que les solicitamos a cualquier otra sede de la Copa del Mundo de la FIFA en el pasado”.
El ministro brasileño del deporte, Aldo Rebelo, hizo eco del comunicado de la FIFA, y le dijo CNN: “La ley de la Copa del Mundo de la FIFA es un compromiso que el país adquirió cuando buscaba organizar el evento”.
“Es importante señalar que Brasil pidió ser sede de este evento y en ese momento estuvimos de acuerdo con todos los requisitos. Nuestra meta era que se aprobara el proyecto de ley para finales del año pasado, así que en términos de la ley no estamos tan adelantados como lo estamos en términos de los estadios”.
“Necesitamos avanzar y acelerar y confío que en marzo podamos terminar esto”.
El retraso en el cambio de la legislación del alcohol no es la primera vez que Brasil y la FIFA se enfrentan desde que a los ganadores de cinco copas mundiales se les otorgó la sede.
El Gobierno brasileño discute con la FIFA el tema de los descuentos en el precio de los boletos para los adultos mayores y los estudiantes, mientras que la organización de fútbol mundial todavía no recibe todas las garantías que buscaba para la protección de las marcas de sus patrocinadores.