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(CNN) — Un hombre australiano comenzó una acción legal contra Twitter luego de que fuera acusado erróneamente en la red social de escribir un blog ofensivo.

Los abogados de Joshua Meggitt presentaron la queja por difamación contra Twitter el jueves, y buscan el pago por daños y remover las actualizaciones referentes a él en la red social.

Observadores creen que el caso podría forzar a sitios de redes sociales a reconsiderar su futuro en Australia, o a impulsar a los legisladores a cambiar las leyes contra difamación en el país.

El tuit original fue publicado en noviembre por la escritora australiana Marieke Hardy, y contiene una liga al blog de Hardy, donde acusó a Meggitt de escribir cosas ofensivas sobre ella. El blog contiene una serie de ataques personales contra Hardy.

La actualización con el vínculo fue retuiteada varias veces por algunos de los 61,000 seguidores de Hardy.

El abogado de Meggitt, Stuart Gibson, describió a su cliente como “un periodista de la música y hombre de familia” cuya prioridad es que los tuits sean borrados.

Afirmó que no existe diferencia entre que Hardy publicó un vínculo a un blog donde hizo sus acusaciones, sin nombrar explícitamente a Meggitt en su cuenta de Twitter.

Gibson dijo que ambas partes llegaron a un acuerdo, pero se negó a confirmar reportes de prensa que indicaron que Hardy pagó a Meggitt unos 16,000 dólares estadounidenses.

Si Meggitt gana la demanda por difamación contra Twitter, el pago podría ser más alto.

La ley contra la difamación en el estado australiano de Victoria impone una multa máxima de 335,000 dólares estadounidenses, aunque Gibson se negó a comentar si su cliente buscará la mayor cantidad posible.

Gibson dijo que su cliente no se unió a Twitter, y no aceptó sus términos de servicios, los cuales indican que “bajo ninguna circunstancia Twitter será responsable de alguna forma por cualquier contenido, incluyendo pero no limitándose a errores u omisiones en cualquier contenido, o cualquier pérdida o daño de cualquier tipo como resultado de cualquier contenido publicado, enviado por correo electrónico, transmitido y hecho disponible a través de sus servicios o transmitido en cualquier parte”.

“Lo que significa que si usas Twitter y se publica algo difamatorio, tu aceptas que Twitter no es responsable”, según Gibson. “Los términos y condiciones son muy explícitos. Si tú no eres usuario, entonces no estás obligado a ellos”.

Peter Black, un profesor de la facultad de leyes de la Universidad de Tecnología de Queensland, cree que Meggitt tiene oportunidad de ganar su caso contra la compañía.

“Creo que tienen una oportunidad razonable de triunfo. El contenido por si mismo fue claramente difamatorio”, dijo, y agregó que por primera vez alguien prueba el alcance de la ley contra la difamación en Australia contra una compañía de redes sociales.

“Creo que es justo decir que no tenemos la misma protección dada a intermediarios en este país que quizá se vea en Estados Unidos”, dijo Black.

“Es discutible, si no probable, que las defensas limitadas que se tienen, no se extienden a esas plataformas, lo que llevaría a la situación en la que usted tiene un sitio como Twitter o Facebook legalmente responsable de los comentarios difamatorios que sus usuarios pueden publicar”.

Según Black, si Twitter es encontrado responsable del contenido difamatorio publicado en su sitio de internet, otras redes sociales reconsiderarán su futuro en el país.

“La cantidad de contenido que es generada a través de esos sitios significa que es prácticamente posible para ellos monitorear, filtrar, ver cada cuenta, cada actualización, cada video que es subido a YouTube”, dijo Black.

Twitter se negó a comentar sobre el caso cuando fue contactado por CNN.