(CNN) — Muchos de los clientes de Poochiez Pawz Nail Salon siguieron a Tashina Poochie Green cuando dejó el establecimiento en el centro comercial West End de Atlanta y empezó a embellecer uñas con diseños intrincados y coloridos en una barbería. Incluso donaron dinero para ayudarla a abrir un salón en el suroeste de Atlanta en 2005, cuatro años después de que se mudó de su ciudad natal, Savannah, para buscar una carrera en la gran ciudad.
Su negocio, ubicado entre un mercado abandonado de comida y una librería religiosa, todavía no quitaba el letrero de China Soul Cafeteria del dueño anterior, y ya se encontraba lleno de clientes. Todos llegan como si fueran lienzos en blanco sin ninguna petición específica, excepto por arte en sus uñas que les ganarán cumplidos de amigos y extraños en la calle.
“No hacemos preguntas, sólo nos sentamos en la silla y nos callamos”, dice Shauna Homer, una psicoterapeuta de 42 años, quien ha visto a Poochie durante seis años. “Me mudo a Nueva York en un par de meses y estoy harta de preocuparme por mis uñas porque nadie más hace lo que ella hace”.
Ya no sólo se trata de atrevidos colores sólidos o de llamativos colores metálicos. Las entusiastas acogen todas las formas de experimentación: patrones florales intrincados y personajes de dibujos animados, mosaicos brillantes, motivos en 3D adornados con encaje, gemas, amuletos, hojas e imanes. Incluso las formas de las uñas están cambiando, de las tradicionales formas redondas y cuadradas a las diagonales y formas de almendra que llegan al límite.
“Inició como moda para las celebridades de rock y de hip hop, consumidores de publicaciones de moda y después en los últimos años realmente hemos visto a más personas (como mujeres profesionistas, quienes antes solo usaban el color rosa) empezaron a acoger colores de uñas más atrevidos y estilos de arte”, dice Sree Roy, directora editorial de la revista NAILS Magazine.
El arte en las uñas es el artículo cosmético al que celebridades tan deslumbrantes como Lady Gaga, Katy Perry y Nicky Minaj, han prestado sus nombres para exposiciones en galerías y lujosos libros. Incluso Martha Stewart invitó a su programa a la “reina de las uñas”, Sophy Robson, una de las artistas más conocidas de Gran Bretaña, quien crea uñas rosas adornadas con arcos dorados y con incrustaciones.
El nuevo lápiz de labios de los cosméticos
La industria de los cosméticos respondió a la demanda con un gran número de accesorios que superaron las ventas de los labiales (el cosmético más popular) durante el 2011. Las ventas de las herramientas como el gel brillante, las plumas, calcomanías y barniz magnético de uñas —los cuales permiten que gente común imite lo que Poochie y sus colegas han hecho durante décadas— creció el 59% en los primeros 10 meses de 2011, de acuerdo con el grupo de investigación de mercados NPD.
“El arte de uñas es muy accesible”, dice Bill Boraczek, vicepresidente senior de Sally Hansen Global Marketing. “Si piensas que tienes demasiadas curvas o estás demasiado delgada, demasiada joven o demasiado grande, no eres muy atractiva o no lo eres, no importa porque todavía puedes tener unas uñas bellamente adornadas”.
También es un lujo asequible, dice Marian Newman, experta de fotos editoriales y pasarelas en Europa. Lo sabe por experiencia: Renunció a su trabajo como científico forense en la Policía Metropolitana de Londres y abrió uno de los primeros salones exclusivos para uñas en Gran Bretaña en 1987, justo antes de la recesión.
“Al principio me preocupé, pero el resultado fue lo opuesto (a lo que esperaba) y sucedió que cada vez estaba más ocupada”, dice Newman, quien ha hecho uñas para más de 50 portadas de British Vogue. Valentino y Alexander McQueen son algunas de sus cuentas entre sus clientes de casas de moda.
El papel de las uñas durante la Semana de la Moda
Los clientes de los salones no son los únicos que utilizan las últimas tendencias de la moda en el arte de las uñas. Nicole Miller, Kate Spade y Charlotte Ronson están entre las diseñadoras y casas de moda que experimentan con colores personalizados y diseños atrevidos para sus desfiles de pasarela.
“Solías ver modelos de pasarela que no usaban barniz de uñas en lo absoluto, pero eso cambió cuando los diseñadores se dieron cuenta que las uñas podrían ser parte de la apariencia completa”, dice Suzi Weiss-Fischmann, directora artística de la compañía de uñas OPOI, que hace uñas esta temporada para varios diseñadores , incluyendo a Jason Wu, BCBGMAXAZRIA y Lauren Moffatt.
No siempre fue así. Las uñas solían ser una idea de último momento, típicamente el toque final de rosa por un estilista después de hacer el maquillaje, dice la famosa técnica de uñas, Deborah Lippmann.
“Somos parte del todo el proceso. Trabajamos con los diseñadores y los estilistas y tenemos oportunidades de ver la moda y opinar”.
Para la diseñadora Tracy Reese, las uñas se vuelven en parte de la plática mucho antes de que las prepare y termine la paleta de colores, dice.
“Es el toque final que envía el mensaje hasta que llega a tus manos”, dice. “Lo veo desde una perspectiva de cómo puedo mejorar todo nuestro mensaje de belleza, ¿cómo ayuda a pintar el retrato de esta mujer que enviamos desde la pasarela?”.
Fleury Rose, una artista de uñas de Nueva York, empezó profesionalmente haciendo uñas en Nueva York tan sólo hace tres años, pero sus llamativos trucos para crear diseños llegaron a las revistas Teen Vogue, Seventeen y Fashionista.
“Lo que intento hacer es mostrar que el arte de las uñas es universal”, dice Rose, quien trabaja en el Tomahawak Salon en Brooklyn. “No necesitas ser alguien a quien le guste los diseños de ojos o de galaxias o uñas larguísimas, aunque en realidad puedo hacerlo. Puedes ser una actriz, una artista, una profesionista y puedo crear un la imagen perfecta para ti”.
El surgimiento del “porno de uñas” en internet
Rose y otros artistas emergentes en este arte son parte de la última ola de emprendedores que aprovechan la tendencia con la ayuda de las redes sociales. Sitios en donde publican ellos mismos como tumblr crearon comunidades vibrantes en línea en donde puedes encontrar las formas más extremas de uñas y consejos para que lo hagas tú mismo.
El popular tumblr, f****yeahnailart, permite que los usuarios naveguen y presenten imágenes de arte de uñas de profesionales y personas que las decoran ellas mismas. Cada día, el sitio tienen entre 50 y 200 seguidores nuevos y presentan decenas de imágenes nuevas, según el moderador Riley Kennysmith.
“Me llaman amigos y dicen que escucharon que alguien en el pasillo de (artículos para) uñas de (la tienda) Target o CVS o en cualquier otro lugar hablan sobre mi blog”, dice.
La artista de uñas de Gran Bretaña, Sophie Harris-Greenslade, conocida como Illustrated Nail, le atribuye su crecimiento meteórico al estreno de su (blog en) tumblr a principios de 2011. En menos de un año, ya hizo sesiones fotográficas para el mundo de la moda y desfiles de pasarela para la Semana de la Moda de Londres.
“Sin mi blog, no creo que estuviera donde me encuentro ahora”, dice.
Alcanzando a las masas partiendo de cero
Los expertos de la industria le dan crédito a la incursión de Chanel por las audaces paletas de colores en la década de los 90 para enviar el mensaje al resto de la industria, iniciando un efecto que llegó hasta el consumidor. Pero si los diseñadores de moda y las celebridades presentaron el arte de las uñas al público general de Estados Unidos, los técnicos de uñas como Pocchie merecen el crédito por alimentar la tendencia dentro de sus comunidades.
El concepto del salón como una comunidad es el tema de un nuevo libro del artista de Chicago Dzine, quien visitó salones en Estados Unidos, Asia y Europa para capturar el espíritu creativo del arte de las uñas lejos de los ostentosos mundos de la moda y del entretenimiento. Nailed sigue el rastro de la historia del arte de las uñas hasta la Dinastía Ming de China, en donde los miembros de la clase alta usaban las uñas largas como símbolo de estatus que daba a entender que no debían tocar nada.
Siglos después, conoció a mujeres en países europeos como Polonia y Francia que usaban las uñas largas por diferentes razones.
“Realmente se trata de la identidad y de hacer una declaración única”, dice Dzine, cuyo nombre real es Carlos Rolon. “No lo veo tan diferente de alguien que quiere personalizar un automóvil a su gusto. Estas personas crean algo para diferenciarse de los demás”.
El libro se deriva de una exposición en una galería en donde recreó el Bootleg Beauty Salon, que su madre manejaba en su sala durante su niñez. La exposición, que recibió elogios generalizados en el Salon 94 de Nueva York y Art Basel de Miami en 2011, contó con verdaderos técnicos de uñas quienes realizaron manicures a los visitantes de la exhibición.
“Lo que realmente me sorprendido, y lo que siempre ha sido la base del proyecto y el libro, fue cómo la cultura de las uñas creó una sensación de comunidad”, dice.