La fuerte tormenta de radiación solar que impactó la Tierra la semana pasada trajo mucho más que preocupación por los daños que podría causar al tendido eléctrico, los GPS y las rutas aéreas: la aparición de hermosas auroras boreales, como esta que brilla sobre las montañas nevadas en Faskrudsfjordur, Islandia. Un espectáculo gratuito en el cielo, que aparece ante nuestros ojos como cortinas luminosas de tonalidades diversas y cambiantes.