(CNN) — El enviado especial a Siria de la Liga Árabe y de Naciones Unidas, Kofi Annan, recibió respuesta de las autoridades sirias a propuestas presentadas en reuniones durante este fin de semana, dijeron este miércoles funcionarios, al tiempo que activistas opositores denunciaron otro día de derramamiento de sangre en el país.
Annan “tiene preguntas y busca respuestas”, dijo en un comunicado su portavoz.
“Pero dada la situación grave y trágica en el terreno, todo el mundo debe darse cuenta de que el tiempo es la esencia. Como dijo en la región, no se puede permitir que esta crisis se prolongue”.
Mientras tanto, la oposición informó que 40 personas murieron en Siria este miércoles, 23 de ellos en el bastión rebelde de Idlib, donde, según los activistas, fuerzas sirias tomaron el control después de una ofensiva militar de cuatro días. Solo partes de la ciudad estaban en manos de soldados desertores, dijeron los activistas.
Annan se reunió la semana pasada con el presidente sirio, Bachar al Asad, con la esperanza de llegar a una solución diplomática a la crisis, que ya ha durado un año.
Tres funcionarios de la administración estadounidense dijeron que a pesar de dos días de conversaciones, Al Asad rechazó los esfuerzos de Annan, a quien no reconoció como representante de la Liga Árabe. Al Asad también dijo que no hará nada hasta que la oposición deponga sus armas, dijeron las fuentes.
Un portavoz de la ONU dijo que Annan había informó al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, sobre la respuesta de Siria.
Los medios estatales sirios anunciaron este miércoles que tomaron el control de la ciudad de Idlib y aseguraron que las fuerzas del Estado “han traído seguridad a la ciudad, que fue testigo de actos terroristas perpetrados por bandas armadas”.
El régimen de Al Asad habitualmente afirma que “grupos terroristas armados” están detrás de la violencia.
Pero los reportes de nuevas muertes y un duro informe sobre casos de tortura a manos del régimen sugieren que no ha habido progreso en el país, a casi un año del inicio de los enfrentamientos.
Fuerzas de seguridad llegaron a la ciudad portuaria de Latakia en busca de activistas y realizaron disparos de forma esporádica, de acuerdo con los Comités de Coordinación Local de Siria (LCC, por sus siglas en ingles), una red activista de la oposición.
“Esto ocurre luego de un corte completo de la electricidad y las telecomunicaciones en el área”, afirmó el LCC.
CNN no puede confirmar de forma independiente los reportes de víctimas o de ataques en Siria porque el gobierno ha restringido severamente el acceso a los periodistas internacionales.
Pero la mayoría de los reportes desde Siria indican que el régimen está matando a civiles para acabar con la disidencia que busca el derrocamiento de Al Asad. La familia del presidente ha gobernado Siria por más de cuatro décadas.
Más de 8.000 personas han muerto en el conflicto sirio, incluyendo muchas mujeres y niños, dijo el presidente de la Asamblea General de la ONU esta semana. Activistas de la oposición han puesto la cifra en más de 9.000.
Este miércoles, Italia se convirtió en el último país que ha suspendido sus actividades diplomáticas en Damasco y sacado a su personal, de acuerdo con la Oficina de Relaciones Exteriores italiana. España hizo lo mismo el mes pasado, mientras que EU y Francia tomaron esta medida previamente.
La violencia no solo ocurre en los barrios de las ciudades.
De acuerdo con un informe de Amnistía Internacional publicado este miércoles, los ciudadanos detenidos por el régimen son sometidos a tortura sistémica, incluyendo descargas eléctricas, palizas y violencia sexual.
El reporte, basado en entrevistas con docenas de sirios que han huido del país a Jordania, detalla “31 métodos de tortura u otros malos tratos” realizados por las fuerzas de seguridad, el Ejército sirio y grupos de hombres armados progobierno.
Un joven de 18 años de edad identificado como Karim dijo a los investigadores que sus interrogadores utilizaron pinzas para extraerle carne de sus piernas mientras estuvo detenido durante 25 días en Daraa en diciembre pasado.
Los detenidos también fueron obligados a presenciar el abuso y escuchar mientras otros —a veces familiares o amigos— eran torturados y violados, según el informe.
“Escuché los gritos de los torturados durante 24 horas al día”, dijo un hombre de 29 años de edad, identificado como Musleh.
Mientras la violencia en Siria continúa, unos 30.000 residentes han sido desplazados a países vecinos en el útlimo año, de acuerdo con Panos Moumtzis, coordinador regional para los refugiados sirios de la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Amir Ahmed, Elise Labott, Jill Dougherty, Kareem Khadder, Salma Abdelaziz, Joe Vaccarello y Holly Yan contribuyeron con este reporte.