KABUL, Afganistán (CNN) — Mientras fuentes militares revelaron la identidad del soldado estadounidense acusado de la matanza de 16 civiles afganos, el presidente afgano Hamid Karzai expresó sus dudas sobre la versión de las autoridades de EE.UU. sobre las causas de la masacre.
Una fuente militar y un alto funcionario de defensa identificaron al sospechoso de la masacre como el sargento Robert Bales. Sin embargo, no ha sido nombrado oficialmente por el Ejército, que argumenta que sus políticas son esperara a que el soldado reciba cargos oficiales.
La mañana del jueves, Karzai sugirió en una reunión con familiares de los muertos en el palacio presidencial de Kabul que los estadounidenses no habían sido francos sobre lo que sucedió y no habían ayudado a su esfuerzo por averiguarlo.
“Tratamos de hablar con el soldado involucrado, pero no hubo cooperación por parte de Estados Unidos”, dijo Karzai a los aldeanos. “En base a lo que ustedes están diciendo, el asesino no era una sola persona”.
El soldado, cuya identidad no se ha dado a conocer por las autoridades estadounidenses, está acusado de dejar un puesto de combate la madrugada del domingo y llegar a pueblos vecinos en el distrito Panjwai de la provincia de Kandahar. Allí, al parecer, fue de casa en casa asesinando a personas.
Cuando le preguntaron si había visto imágenes de videovigilancia, aparentemente tomadas por una base militar estadounidense, Karzai puso en duda la autenticidad del vídeo.
“El jefe del Ejército y el jefe de la policía han visto, o creo que sus representantes han visto, un video de vigilancia que ellos poseen, que no ha sido satisfactorio para nuestro equipo. No es convincente”, dijo.
Karzai dijo que había hablado este viernes con el presidente estadounidense, Barack Obama, y que éste se había mostrado perturbado por la respuesta de Afganistán al ataque. Karzai aseguró que la relación entre los dos países se encuentra en un punto de ruptura. “Es por todos los medios el límite de la paciencia”, dijo.
“Pedimos justicia, no indemnización”
Uno de los ancianos del pueblo, que no se identificó, pero dijo que había perdido a un miembro de su familia en el tiroteo, dijo al presidente: “Ahora ellos (los estadounidenses) nos están ofreciendo dinero. Yo no quiero dinero. Quiero justicia”. Karzai añadió que “el gobierno afgano no va a pedir una compensación. Lo que pedimos es justicia, no indemnización”.
La Casa Blanca informó en un comunicado que Obama y Karzai acordaron examinar más a fondo la petición del presidente afgano de que se retiren las tropas extranjeras de los pueblos afganos y las viejas preocupaciones con respecto a las redadas nocturnas.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo a los periodistas que los dos líderes eran “en gran medida de la misma sintonía” en sus conversaciones y que Obama ha reconocido el desafío para Karzai.
Los afganos exigieron que el soldado, que fue trasladado fuera de Afganistán, sea devuelto y enfrente un juicio.
Su abogado, John Henry Browne, dijo que el soldado, que fue trasladado inicialmente a Kuwait, llegó este viernes a una prisión militar en Fort Leavenworth, Kansas.
Karzai calificó los tiroteos como un acto cruel contra el pueblo de Afganistán y dijo a Panetta que los afganos han perdido la confianza en las fuerzas internacionales, informó el palacio presidencial en un comunicado. El presidente afgano recomendó que las tropas estadounidenses se retiraran de las aldeas del país.
El legislador afgano Mohamed Naim Lalai acusó a Estados Unidos de mostrar “un vídeo falso” para convencer a la gente que el soldado actuó solo. Lalai dijo que él es uno de varios funcionarios afganos que vieron el video.
“Nos mostraron un video en el que un soldado se brinca una barda de una base militar, entra, se quita su chaleco antibalas y levanta sus brazos para entregarse”, dijo Lalai.
Estados Unidos no ha confirmado si se había mostrado el video a los afganos, aunque un funcionario estadounidense confirmó que hay imágenes tomadas por un vehículo aéreo que muestran al soldado tendido en el suelo afuera de la base y luego arrastrándose hacia su puesto.