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(CNN) — La Corte Suprema de Estados Unidos inició este lunes tres días de argumentación oral sobre la constitucionalidad de la reforma de salud impulsada por el presidente Barack Obama.

En uno de los casos más politizados de los últimos años, en gran medida por la proximidad de las elecciones presidenciales, la discusión de la reforma ha atraído a gente desde el viernes, en espera de presenciar los alegatos que impulsores y opositores a la reforma aprobada en 2010.

Según la corte, fueron admitidos 110 miembros del público —casi el doble de lo habitual— para presenciar los argumentos. También fueron acreditados 117 representantes de los medios.

Las sesiones públicas iniciaron este lunes con un debate de más de 90 minutos con uno de los temas más complejos: el “mandato individual” contemplado en la reforma. Esta medida obliga a todos los estadounidenses a comprar un seguro médico a más tardar en 2014, con el fin de alcanzar cobertura total de salud en el país.

La medida fue pensada para erradicar los aumentos en los precios de las pólizas y el rechazo de las aseguradoras a pacientes con problemas de salud previos, dos aspectos criticados del sistema de salud criticado por la administración Obama durante la promoción de la reforma en 2010.

La lógica de la póliza personal obligatoria es que los que aún no la necesitan ayuden a pagarla a quienes sí la necesitan, con el argumento de que todos la necesitarán algún día.

Sus opositores rechazan que el gobierno los obligue a comprar una póliza por considerarlo una agresión a sus libertades fundamentales. Ante esto, el gobierno apela a un apartado de la Constitución, llamado Cláusula de Comercio, que le permite regular la actividad comercial con el extranjero y entre los estados.

Los asientos dentro de la Suprema Corte eran escasos para los políticos y el público. Debido a su gran demanda, los funcionarios de la Corte pidieron a los representantes del Congreso, del gobierno, de los estados y de las docenas de organizaciones a favor y en contra que decidieran entre ellos mismos quién asistiría a las audiencias.

“Estoy aquí por mí y por mi familia”, aseguró la abogada Kathie Mcclure, quien viajó desde Atlanta y ha acampado afuera de la Corte desde el viernes para asegurar un lugar en las sesiones. “Estoy interesada en este asunto porque mis hijos padecen enfermedades crónicas. Tengo un hijo que tiene diabetes tipo 1 y una hija que tiene epilepsia”, dijo.

Durante la discusión en la Corte, seis abogados expondrán sus argumentos en lo que se espera que sean preguntas abiertas y libres al estilo de los juicios orales estadounidenses.

Los 26 estados que promovieron el proceso contra la medida del gobierno federal serán representados por tres abogados liderados por Paul Clement. Por su parte, Donald Verrilli será el principal defensor de la ley.

La resolución de la Suprema Corte sobre el tema tendrá efectos en la contienda presidencial en la que Barack Obama busca en noviembre su reelección en la presidencia. La reforma de salud —conocida como Obamacare— ha sido el principal argumento de los precandidatos republicanos contra Obama, a quien califican de socialista y de atentar contra los principios estadounidenses de libertad y competitividad.

“Los asuntos sociales y políticos en este asunto en particular son muy significativos, pero incluso más allá, hay principios constitucionales más amplios”, aseguró Paul Clement, quien argumentará en contra de la ley ante los magistrados. “Este es un asunto legal y tiene a mucha gente políticamente alterada”, dijo.