Por L. Z. Granderson*
(CNN) — Creí que ya estaba muy vieja para autonombrarse “chica” y pensé que la música pop ya la había sobrepasado. Tenía la idea de que Lady Gaga la había superado, pero me encuentro con que aparece en el Billboard de esta semana y me doy cuenta de lo equivocado que estaba.
Su décimo segundo disco MDNA figuró como el número uno en el listado y dos de sus sencillos están en el Top10 de la lista de las “bailables”. Tiene 53 años y los centros nocturnos tocan su música nueva, incluyendo Give Me All Your Luvin, que se convirtió en su éxito número 38 en aparecer en la lista pop.
Para aquellos de ustedes que gustan de las estadísticas, ella tiene más éxitos que Elvis y los Beatles. No digo que sea mejor que ellos, pero está claro que ha hecho (corrijo) está haciendo mucho más.
Este año se hizo acreedora a otro Globo de Oro y su espectacular presentación en el Súper Tazón atrajo a más televidentes que el partido en sí, de acuerdo con Nielsen.
Sé que la mayoría piensa que Madonna sólo le gusta a los gays, pero, de ser así, dados los 114 millones de televidentes que la vieron en el medio tiempo del Super Tazón, la política de don’t ask, don’t tell (prohibido preguntar, prohibido decir) se habría llamado “simplemente asumamos”.
La realidad nos demuestra que es difícil hacer a un lado a quien todavía es la número uno. Madonna tuvo el éxito más rotundo en una gira como solista (2008) y registró ventas de más de 300 millones de discos a nivel mundial. Es una chica de los 80 cuyo sencillo Hung up aparece en el libro de los Record Guiness por haber estado en las listas de 41 países, mientras que, en 2012, fue número uno del iTunes en 40 países.
Eso no es estar “acabada”. Ese es su presente.
Al ver dónde se encuentra la carrera de Madonna, justo en la misma semana en la que sabemos que Whitney Houston se ahogó en medio metro de agua, es posible ver que Dios actúa de forma misteriosa. Las dos estrellas del pop lanzaron sus discos debut con solo dos años de diferencia, pues Madonna lo hizo en 1983 y Houston en 1985.
Por supuesto, Houston era la exmodelo de voz prodigiosa, mientras Madonna era la de voz delgadita dando vueltas por el piso de los MTV Music Awards, ataviada con un vestido de novia y diciendo que se sentía virgen.
Si en ese momento alguien hubiera tenido que apostar por cuál de ellas tendría un final trágico, la apuesta segura habría sido Madonna. Ahora, sin Houston, sin Michael Jackson, y con Prince semi retirado, el resto, a excepción de U2, está explotando la nostalgia.
Entretanto, podría decirse que Madonna se ha convertido en la artista más grande de todos los tiempos. ¿Quién lo habría dicho?
En cuanto a la música, su CD más reciente no es en realidad muy innovador, pero le recuerda a Gaga, Rihanna, Beyonce, y otras, a quién pertenece el piso en el que se encuentran. De hecho, cada vez que reciben su cheque de regalías, deberían enviarle una parte a Madonna.
Aunque MDNA tiene tres canciones que, a mi gusto, sobran, diré que con las primeras cinco es imposible no bailar, además de que la canción Gang Bang es una genialidad.
Como se habrán imaginado con ese título, no es nada aconsejable para la radio, pero quizá no se deba a las razones que ustedes imaginan. En resumen, eso es lo que conforma a Madonna.
Durante los primeros diálogos de una película de Woody Allen es posible reconocer que se trata de él. En apenas dos páginas se puede identificar la maravillosa prosa de Toni Morrison, pero mi hijo de 15 años llegó a casa y preguntó a quién estaba escuchando. Le dije que se trataba de Madonna y él, a quien le encanta el tecno y el hip-hop, creyó que era broma.
—Ya en serio… ¿la Madonna de tus tiempos? —Preguntó.
—Sí —respondí.
—Bueno, ya está vieja, pero su canción, no.
Se trataba de la canción Gang Bang y me dio gusto que saliera de la habitación en ese momento porque ella había a comenzado a cantar y, como dije, no es muy aconsejable para la radio pero, de nuevo, no sería Madonna si la canción no fuera así.
*Nota del editor: LZ Granderson, quien colabora semanalmente con CNN fue nombrado periodista del año por la Asociación Nacional de Periodistas Gays y Lesbianas y fue finalista del Online Journalism Award de 2011. Es escritor en jefe y columnista de ESPN Magazine y de ESPN.com. síguelo en Twitter: @Locs_n_laughs
(Las opiniones recogidas en este texto corresponden exclusivamente a L. Z. Granderson).