Por Nick Paton Walsh, CNN
(CNN) – Estados Unidos y Afganistán firmaron un histórico acuerdo este domingo que permite a las autoridades afganas vetar las controversiales redadas de operaciones especiales.
El trato, una apuesta por terminar con el enojo de Afganistán por los allanamientos a residencias privadas, les impide a las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad de la OTAN (ISAF por sus siglas en inglés) llevar a cabo dichos operativos sin el permiso explícito de los funcionarios afganos, dijo un miembro de la OTAN.
No es claro, sin embargo, si el acuerdo restringe completamente el control de Estados Unidos sobre las operaciones de las fuerzas especiales, la táctica clave de la ISAF contra la insurgencia.
A partir de ahora, un grupo de monitores afgano deberá autorizar la operación, dijo un funcionario.
En tanto, las fuerzas especiales operarán bajo la ley de Afganistán, según un comunicado del palacio presidencial.
El comandante de la ISAF, el general John Allen, y el ministro de Defensa afgano, Abdul Rahim Wardak, firmaron el acuerdo este domingo.
“La unidad de operaciones especiales afgana se ha desarrollado a una velocidad extraordinaria” y “está compuesta por operadores valientes y capaces”, dijo Allen en la ceremonia. “Hoy tomamos un paso importante hacia nuestra meta compartida de un Afganistán seguro y soberano. Juntos lograremos esta visión”.
El acuerdo clave se produce después de meses de recriminaciones en contra de estas redadas, particularmente durante la noche, que ofendían profundamente a los afganos, pues implicaba la entrada de extranjeros a sus casas.
Funcionarios estadounidenses dicen que las redadas son fundamentales para la estrategia de la OTAN contra los insurgentes.
El complejo sistema “afganizará” las operaciones y los comandantes afganos liderarán y darán a las fuerzas especiales de Estados Unidos un rol “de entrenamiento y soporte”, según dijo un alto funcionario afgano.
Según el acuerdo, un comité de funcionarios afganos —que será conocido como Grupo de Coordinación Operativa— revisará la estrategia de inteligencia de Estados Unidos antes de lanzar una redada.
Si el objetivo es aprobado, dará autorización para la operación bajo las leyes afganas, dijo el funcionario.
Aunque las fuerzas especiales estadounidenses estarán en el terreno en todos los operativos, no entrarán a las casas a menos que los comandos afganos lo pidan, señaló un funcionario de la OTAN.
Desde febrero de 2011, 22% de las redadas han ocurrido por la noche, dijo.
Además, se implementará un grupo bilateral encabezado por Wardak y Allen que resolverá disputas en el comité.
Las conversaciones sobre este acuerdo llevan semanas, pues era uno de los asuntos más difíciles a tratar entre Kabul y Washington.
Las redadas nocturnas también representan un reto para el presidente Hamid Karzai. Su baja popularidad lo ha forzado a pedir un freno a estas operaciones, o al menos a no involucrar a tropas extranjeras, a pesar del significado estratégico que tienen para la OTAN.
El mes pasado, Allen explicó al congreso la importancia de estas redadas.
En el 2011, 83% de los operativos fueron exitosos en detener o abatir a su principal objetivo o a algún insurgente relacionado, dijo.
“En el último año, hemos tenido unas 2.200 operaciones nocturnas”, dijo Allen al Comité de Servicios Armados del Senado.
“De esas 2.200, en 90% no hubo un solo tiro. En más del 50% atrapamos a un objetivo individual, y en el 30% detuvimos a otro implicado”.
Respecto a las bajas civiles, en 10% de las redadas hubo disparos y en “menos del 1.5% muró un civil”, dijo Allen.