Por Mariano Castillo, CNN
(CNN) – Hoy fue el segundo y último día de VI Cumbre de las Américas en Cartagena, Colombia, en la que líderes de más de 20 países americanos discutieron varios temas, como el fortalecimiento de los lazos económicos y el asunto sobre qué naciones deberían ser parte de próximos encuentros.
La guerra contra el narcotráfico mostró las diferencias entre los líderes en el encuentro político de dos días.
El sábado, los líderes debatieron cómo asumir el tráfico de drogas y la violencia en el hemisferio. Varios de los mandatarios pidieron nuevos enfoques, algo que el presidente estadounidense Barack Obama dijo que estaba abierto a discutir, aunque rechazó la legalización de las drogas.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos comparó la continuación de las políticas actuales con una “bicicleta estática”: poco progreso a pesar de un gran esfuerzo.
“Creo que es momento de analizar si lo que estamos haciendo es lo mejor, o si podemos encontrar una alternativa que sea más efectiva y menos costosa para la sociedad”, dijo. “Es un tema muy delicado políticamente”.
Santos agregó: “Un extremo puede ser enviar a todos los consumidores a la cárcel. El otro extremo, la legalización. En el medio puede haber muchas otras políticas útiles, como la descriminalización del consumo pero concentrar todos los esfuerzos en la prohibición”.
La posibilidad de la legalización de la droga ha ganado acogida en Centroamérica, región severamente afectada por estar en medio de los proveedores del sur y los consumidores del norte.
No obstante, la idea va en oposición a décadas de políticas prohibicionistas de Estados Unidos, seguidas y cumplidas por las autoridades latinoamericanas.
Obama manifestó dos veces el sábado su posición de que la legalización no es una opción válida en Estados Unidos, primero durante una reunión de empresarios junto a la presidenta de Brasil Dilma Rouseff y a Santos y luego durante la sesión inaugural del encuentro continental.
“Creo que es completamente válido tener la conversación sobre si las leyes actuales están haciendo más daño que bien en ciertos lugares”, dijo durante el encuentro con los líderes empresariales. “Personalmente pienso que, y es la posición de mi administración, la legalización no es la respuesta”.
Obama reiteró esa posición en la cumbre política, diciendo que “Estados Unidos no tomará esa dirección”.
Los países de América –incluyendo Estados Unidos- tienen “responsabilidades mutuas” para enfrentar el problema, dijo. Para cumplir ese objetivo, el mandatario anunció un incremento de más de 130 millones de dólares para mejorar la seguridad y perseguir a los narcotraficantes y los carteles en la región.
Además del asunto de las drogas, un tema muy debatido antes de la cumbre fue la ausencia de algunos líderes.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela le dijo a la prensa el sábado que el presidente Hugo Chávez no asistiría debido a problemas de salud. Chávez regresó hace poco a su país proveniente de Cuba, en donde recibe tratamiento contra el cáncer.
Cuba, que no es miembro de la organización de Estados Americanos, no fue invitada. Pero poco antes del a cumbre, el presidente de Ecuador Rafael Correa buscó que se le concediera un puesto al líder cubano Raúl Castro.
Correa no asistió a la cumbre debido a la exclusión de Cuba. Tampoco asistió Daniel Ortega, presidente de Nicaragua.
Santos, aliado clave de Estados Unidos, dijo en su discurso de apertura el sábado que es momento de superar esos asuntos y afirmó que es impensable que Cuba no sea parte de la próxima Cumbre de las Américas, así como Haití.