NUEVA YORK (CNNMoney) – Después de sopesar el aumento del costo de las guarderías y el cuidado de niños, el viaje diario al trabajo y otros gastos relacionados con éste; un creciente número de madres están pensando que tener un empleo, simplemente no es rentable.
“Todo se reduce a un análisis de costos y tengo varias clientas que se han decidido por el camino de dejar de trabajar”, dice Anna Behnam, asesora financiera de Ameriprise Financial en Rockville, Maryland. “Si se tienen en cuenta, factores como impuestos, los costos de transporte, ropa y comida ¿cuál es el valor neto salarial que una mujer trae a su casa?
En los últimos años, el debate sobre el estilo de vida que es financieramente más viable: trabajar y pagar por el cuidado de niños versus permanecer en la casa, ha sido un tema cada vez más frecuente entre los clientes de Behnam.
Para la mayoría de los padres que trabajan, el cuidado de los niños es de lejos, el gasto mayor. En 2010, el costo de tener dos hijos en una guardería, superó el promedio anual de alquiler en todos los estados, de acuerdo con un informe de Child Care Aware of America.
La reciente subida de los precios del combustible hizo que los salarios se compriman aún más, sacando un 8,7% del ingreso anual de un empleado promedio, según el Servicio de Información de Precios del Petróleo. Y luego hay que considerar el resto de los gastos que se suman, incluyendo la ropa y salir a comer afuera durante el día; ítems que también están en aumento.
Andrea Hayken, de 34 años, ganaba unos 45.000 dólares al año como maestra de tercer grado en el sistema de educación publica de Fairfax, Virginia. La guardería para su hijo de 4 años habría costado 2.000 dólares mensuales, consumiendo casi la mitad de sus ingresos antes de impuestos.
Como su esposo, abogado, ganaba más dinero que ella, tuvo más sentido para Hayken que sea ella la que se quedase en la casa “Cuando todo estuvo puesto sobre la mesa, simplemente el dinero no era suficiente para que valiera la pena trabajar” dijo.
Hayken, que ahora también tiene una hija de dos años de edad, dice que en última instancia, está muy contenta con su decisión. Sin embargo, este tema más conflictivo en otras mamás
“Es una decisión compleja en la que están sopesando todo tipo de factores”, dice Ellen Galinsky, presidenta y co-fundadora de la organización sin fines de lucro Familias y el Instituto de Trabajo. “Se trata de los costos actuales para la mujer y sus ganancias futuras y su deseo de estar en casa, en combinación con el deseo de que sus hijos tengan experiencias educativas tempranas”.
Al final, muchas madres de clase media y baja simplemente no tienen suficiente dinero como para permitirse el lujo de trabajar, dijo.
Ya sea como consecuencia de los despidos, las cesantías o las salidas voluntarias; alrededor de 177.000 mujeres abandonaron el mercado laboral en marzo, con una tasa de participación baja, a un nivel no visto desde 1993, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
A pesar de que las mujeres superan a los hombres en los logros educativos, en EE.UU. ganan un ingreso promedio de 35.776 dólares al año, aproximadamente un 20% menos que sus homólogos masculinos, según el Departamento de Trabajo. Otros datos provistos por esta dependencia, también mostraron que las mujeres son casi dos veces más propensas que los hombres a trabajar a tiempo parcial y a tener trabajos en el sector público peor pagado. Y es en este sector donde se perdieron un número desproporcionado de puestos de trabajo en los últimos cuatro años.
Sunah Hwang, de 38 años, nunca tuvo la intención de dejar su trabajo como maestra de escuela pública, después del nacimiento de su hijo en el año 2007. “Siempre quise ser maestra. Pensé que podía pasar tiempo con mis hijos y tener lo mejor de ambos mundos”, dijo.
Pero las finanzas de la familia contaron una historia diferente. Hwang ganaba $ 48.000 al año, pero luego de impuestos, seguro de salud y aportes jubilatorios, llevaba a la casa unos 30.000 dólares. A pesar de que los Hwangs viven en Virginia, donde los costos del cuidado de niños se encuentran entre los más bajos de EE.UU., el cuidado de un niño habría costado $ 12.000 al año.
“Para nosotros no valía la pena gastar $18.000 para dejar que alguien más críe a nuestro hijo”, dijo. Entonces Hwang renunció a su trabajo. Ahora la familia se basa únicamente en los ingresos anuales de su marido como un consultor de IT, lo que tampoco ha sido suficiente.
Cuando Hwang estaba embarazada de su segundo hijo, su marido tomó un trabajo a tiempo parcial como agente de bienes raíces los fines de semana, pero el dinero sigue siendo escaso.
“Estamos sobreviviendo. Nos está costando mucho llegar a fin de mes. No estamos viviendo para nada bien”, dice Hwang.
Para poder pagar todas las cuentas y aún ahorrar para la jubilación y la universidad, los Hwangs han cortado lujos como unas vacaciones en familia y campamentos de verano para los niños.
Sin embargo, si Sunah volviera a trabajar, ello podría poner aún más presión en la familia: “quiero volver, pero no es factible. Ahora que tenemos dos hijos no puedo volver a trabajar, porque es demasiado caro”, conlcuyó.