(CNN) — Hace más de un año, Steve Carter navegaba por internet y se topó con un sitio de niños perdidos. Para su asombro, se encontró una foto suya en una de las páginas del sitio. A partir de ese momento, se adentró en una historia de un año de autodescubrimiento.
Carter, vendedor de software de 35 años, fue adoptado a los cuatro años en un orfanato en Honolulu. Creció, se casó y consideró tener hijos; entonces, este hombre residente en Filadelfia empezó a sentir curiosidad sobre sus orígenes.
“CNN cubrió la historia de Carlina White. Apareció en mi iPad y de allí me dirigió al sitio del centro”, dijo Carter, refiriéndose al Centro Nacional de Niños Perdidos y Explotados.
White, una mujer de Atlanta cuya historia llegó a los titulares luego de que encontrara en el sitio una fotografía suya de cuando era un bebé, descubrió que había sido secuestrada por una mujer disfrazada de enfermera a las tres semanas de haber nacido en un hospital de Harlem en 1987. Tuvo un emotivo reencuentro con su madre biológica en enero. Carter explica que al leer la historia de White sintió curiosidad sobre su pasado.
Siguiendo una corazonada, entró en el sitio Missingkids.com, con la esperanza de hallar la respuesta a las interrogantes sobre sus orígenes. Allí se topó con una simulación de su apariencia actual basada en una fotografía de su infancia. Carter cuenta que se reconoció de inmediato y se puso en contacto con el Departamento de Policía de Honolulu. “Les di mis datos y trabajaron con ellos”, cuenta. “Fueron ellos quienes hicieron todo el trabajo” para investigar el caso. Luego, Carter se sometió voluntariamente a un análisis de ADN en febrero de 2011. Ocho meses después los resultados arrojaron algunos fragmentos de su historia y el nombre que le fue dado al nacer: Marx Panama Moriarty Barnes.
Su padre biológico, Mark Barnes, lo reportó perdido hace más de tres décadas cuando su madre, Charlotte Moriarty lo llevó de paseo y no regresó. Carter cree que Moriarty lo llevó al orfanato hawaiano y dijo a las autoridades que su nombre era Tenzin Amea. CNN no ha podido confirmar dicha información.
Barnes, quien hoy vive en California con sus dos hijas, no estaba disponible para comentar el caso; se desconoce el paradero de Moriarty. En enero, Carter decidió ponerse en contacto vía telefónica con sus recién hallados parientes. “Sabían que me habían localizado, sin embargo, estaban muy sorprendidos”, relata Carter, quien describió la experiencia como “difícil de digerir”.
“Uno ve muchas de estas historias de reencuentros y al día siguiente se están reuniendo con sus padres”, dijo. “Seguiré adelante, evaluando el terreno”.
Carter dice que, aunque en algún punto desea conocer a sus parientes, también quiere descubrir lo que sucedió durante las tres semanas que transcurrieron desde que se reportó su desaparición hasta su llegada al orfanato.
Las autoridades dicen que las historias como las de Carter y White son únicas. Según el centro de niños perdidos, cada año desaparecen miles de menores de 18 años. Muchos de esos jóvenes escapan de sus casas y vuelven poco después, aunque muchos de los que permanecen desaparecidos por largo tiempo son más difíciles de rastrear.
“Instamos a quienes tengan dudas a que visiten el sitio”, señaló el director ejecutivo del centro, Robert Lowery. Carter describe su experiencia como “el final feliz de una historia que normalmente no tiene un final feliz. Las cosas buenas sí suceden”.