Por Suzanne Kelly
(CNN) — El jefe de la Oficina de Aduanas de Estados Unidos, Michael J. Fisher, presentó el martes ante el Congreso su nueva estrategia para asegurar las fronteras estadounidenses durante los próximos cuatro años.
Al comparecer ante un subcomité de Seguridad Interior, Fisher pidió orientar las políticas de seguridad a la identificación de las áreas de riesgo en lugar de patrullar los más de 13,000 kilómetros de frontera norte y sur de Estados Unidos.
“El plan estratégico de la Patrulla Fronteriza marca un punto importante en el crecimiento y desarrollo de la Patrulla Fronteriza y hace una aproximación para conocer los riegos de asegurar una frontera del siglo 21 contra varias amenazas dinámicas y adversarios peligrosos”, dijo el funcionario.
La mayoría de los legisladores coincidieron en el difícil reto que enfrenta la Oficina de Aduanas estadounidense para asegurar la frontera, que tiene entre sus amenazas condiciones climáticas extremas y vastos territorios en su frontera norte.
La máxima amenaza en la frontera se encuentra en constante evolución, dijo Fisher. La estrategia de vigilancia fronteriza no ha sufrido ningún cambio sustantivo desde 2004.
El anuncio de la nueva estrategia ocurre a días de ser descubiertos 23 cadáveres en la ciudad mexicana de Nuevo Laredo, fronteriza con Laredo. Varios de los cuerpos estaban decapitados y algunos fueron colgados de un puente. Un funcionario militar confirmó a CNN que los cuerpos estaban relacionados con el crimen organizado.
Además del narcotráfico trasnacional, otra posibilidad de riesgo es que un terrorista ingrese al país y el peor escenario es que traiga con él un arma de destrucción masiva.
La concentración de recursos en las áreas de mayor riesgo tiene más sentido que atender las áreas difíciles de transitar por todo el mundo, lo cual también requerirá de labores que permitan recolectar inteligencia colaboración, según Fisher.
“Impulsar todas las acciones disponibles con programas y técnicas comprendidas dentro de nuestro plan estratégico fortalecerá a la Patrulla Fronteriza internamente, aumentará las capacidades, nuestras operaciones y mejorará la seguridad fronteriza, y en último término la seguridad nacional”, dijo.
El funcionario detalló que durante el año fiscal 2010, la Patrulla Fronteriza reportó actividades de control en casi 1,770 kilómetros, lo que representa el 13% de los casi 13,000 kilómetros de frontera norte. En la frontera sur, la Patrulla Fronteriza reportó operaciones en más de 1,400 de los más de 3,200 kilómetros que comparte con México.
“Lo que es realmente importante para la Patrulla Fronteriza es avanzar en medidas que permitan al departamento, al Congreso y al público tener un sentido de qué tan efectivos son los esfuerzos de la Patrulla Fronteriza”, dijo Rebecca Gambler, de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental.
La Patrulla Fronteriza cuenta en su flota con nueve dispositivos de vigilancia aérea, mejor conocidos como drones, y se espera que llegue a 10 este año.
También cuenta con sensores, alambradas, patrullas a caballo y más vigilancia aérea que incluye un helicóptero Blackhawk.
Sin embargo, Fisher asegura que la herramienta más efectiva de la Patrulla Fronteriza han sido los 23,000 agentes que operan los otros recursos. Pero, con un equipo que prácticamente se ha duplicado desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, existen preocupaciones sobre su experiencia y la capacidad del departamento de supervisar a los nuevos agentes en asuntos como la corrupción.
“Nuestro plan estratégico 20012-2016 incluye una serie de objetivos, estrategias, programas e iniciativas que suministran información, integración y respuesta rápida para desarrollar y desplegar nuevas y mejores tácticas, técnicas y procedimientos para lograr nuestros objetivos estratégicos”, dijo Fisher.