Soldados estadounidenses, parte de la fuerza de la ISAF, patrullan un pueblo en la provincia de Kandahar en Afganistán.

KABUL, Afganistán (CNN) – Dos integrantes en servicio de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán de la OTAN (ISAF, por sus siglas en inglés) murieron este domingo, con lo que asciende a ocho el número muertos entre las tropas de la OTAN en un lapso de tres días.

Los dos murieron tras un ataque con un artefacto explosivo improvisado en el este de Afganistán, dijo la ISAF.

Se cree que otros tres que murieron en los últimos días fueron víctimas de los ataques denominados “verde en azul”, en los cuales las fuerzas afganas de seguridad apuntaron sus armas contra el personal de la ISAF.

Otro murió en un ataque insurgente, y uno más falleció por la explosión de una bomba en la carretera. Un integrante de la ISAF murió debido a lesiones no relacionadas con los combates, dijeron las autoridades.

Mientras tanto, un personaje clave en los intentos hechos por el país para sentar a los talibanes en las negociaciones de paz fue asesinado el domingo en Kabul.

Hombres armados mataron a Moulavi Arsala Rahmani cuando iba en camino al trabajo en la mañana del domingo, dijo el Ministerio del Interior afgano.

Rahmani fue senador y ministro del gabinete en el anterior gobierno talibán. En los últimos años, era integrante distinguido del Alto Consejo de Paz, establecido por el presidente Hamid Karzai con el propósito de iniciar las conversaciones de paz con los talibanes.

Las autoridades buscan a los agresores. Los talibanes dijeron que no fueron responsables del asesinato.

El último episodio de violencia se produjo mientras Afganistán daba a conocer una nueva lista de zonas del país que serán transferidas a la autoridad afgana.

La transición se dará de manera gradual en los próximos meses, dijeron las autoridades.

El gobierno “ahora será responsable de la seguridad de más del 75% de la población afgana”, dijo en un comunicado el comandante de la ISAF, el general John R. Allen.

El Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo que una vez que se haya llevado a cabo dicha acción, “la transición habrá iniciado en cada una de las 34 provincias de Afganistán, incluyendo todas las capitales de provincia, y cubrirá casi dos terceras partes de los distritos del país”.

“Esto es gracias a la valentía y la determinación del pueblo afgano, las fuerzas de seguridad afganas y la ISAF, y es resultado de los avances que hemos tenido. Juntos, estamos cada vez más cerca de nuestro objetivo común: ver a las fuerzas afganas totalmente a cargo de la seguridad de su país para los últimos meses del 2014”, dijo Rasmussen en un comunicado.

Gavin Sundwall, vocero de la Embajada de Estados Unidos, dijo que el anuncio marca un “paso hacia adelante positivo en la evolución del liderazgo afgano y en nuestra imperecedera cooperación”.

La ciudad de Kandahar, hasta hace poco un bastión de los talibanes, está entre las zonas entregadas a la autoridad afgana. La lista dada a conocer el domingo constituye el tercer grupo de zonas que tienen una transición.

El general Mohamed Zahir Azimi, vocero del ministerio de defensa, dijo que en la próxima cumbre de la OTAN que se celebrará en Chicago, las autoridades afganas esperan lograr compromisos por parte de la comunidad internacional para obtener apoyo después del 2014. El país ya cuenta con compromisos internacionales por 4.100 millones de dólares anuales destinados a financiar las fuerzas de seguridad afganas hasta el 2014, dijo.

A pesar de los elogios por las noticias dadas a conocer el domingo, los asesinatos fueron un duro recordatorio de que la violencia sigue haciendo estragos.

Hace poco, en un correo electrónico en el que dan a conocer su ofensiva de primavera, denominada Al-Farooq, los talibanes mencionaron que los integrantes del Alto Consejo de Paz estaban entre las personas por los que irían en este periodo de primavera y verano.

Sin embargo, el vocero del talibán, Zabiullah Mujahid, dijo el domingo un mensaje de texto que el grupo no asesinó a Rahmani.

“Nadie, excepto los enemigos jurados de la paz en Afganistán y la región cometerían un acto tan atroz”, dijo Janan Mosazai. “El señor Rahmani dio su vida por una causa que es la justa aspiración del pueblo afgano. Su trabajo seguirá”.

La ISAF emitió un comunicado en el que expresa sus condolencias a la familia de Rahmani.

“Rahmani, exintegrante de los talibanes, eligió hacer una contribución positiva a su nación al dar la espalda a un movimiento insurgente que sigue siendo totalmente perjudicial para el futuro de Afganistán”, dijo la ISAF. “Su decisión de ayudar a hacer el futuro de los afganos más brillante sirve como inspiración para todos nosotros, y se extrañarán sus contribuciones”.

La embajada de Estados Unidos dijo que Rahmani fue asesinado “por los enemigos de la estabilidad y la seguridad. El Alto Consejo de Paz ha trabajado para la paz duradera en Afganistán. Estados Unidos de América seguirá del lado del Gobierno y del pueblo afganos en contra del terrorismo y trabajarán con ellos en favor de un Afganistán próspero y seguro”.