Por Laura Smith Park
(CNN) — La confusión, el miedo y la frustración, están a flor de piel entre los griegos. Los partidos de derecha y de izquierda fracasaron en el intento de formar un gobierno de coalición. Por ello, el presidente tuvo que convocar de nuevo elecciones para el 17 de junio, con la esperanza de recuperar la estabilidad política en medio de rumores constantes de la salida del país de la zona euro.
La idea de que Grecia debe abandonar el euro, moneda utilizada por 17 países, gana terreno a pesar de las muestras de apoyo de algunos líderes europeos. Mientras la sociedad sigue fraguando con las rígidas medidas de austeridad.
Alex Tsompanidis, estudiante de Medicina de 20 años y residente en Atenas, dijo a CNN que la crisis afecta a todos los aspectos de la vida, incluso a las amistades. “La gente en Grecia está dividida. Discuto con mis amigos con frecuencia acerca de las preferencias electorales. La desinformación reina y todos critican a todos”.
El presidente de Grecia, Karolos Papoulias, hizo surgir el martes el fantasma de la crisis bancaria, luego de que el lunes el Banco Central reportara que los griegos habían retirado cerca de 800 millones de euros del sistema bancario. “Desde luego que no hay pánico; sin embargo, se siente un temor que podría convertirse en pánico”, dijo Papoulias al describir el informe de la entidad financiera.
El periódico en inglés Athens News informó que sus reporteros se habían dirigido a los bancos en las últimas dos semanas y no habían visto signos de que se estuviera gestando un “frenesí”. El periodista griego, Thanasis Trompoukis, rechazó la idea de que la gente tenga pánico, sin embargo, dijo que muchos temen por el futuro.
El corresponsal en Atenas por el Athens News, señaló que parte del problema estriba en la confusión sobre la posibilidad real de que Grecia sea expulsada de la eurozona si no se apega a los agresivos términos del rescate europeo, ya que cada político da una versión diferente. “Escuchamos tantas cosas que no sabemos cuál es verdad. Ahora esperamos las nuevas elecciones y seguramente la gente cree que ni PASOK ni Nueva Democracia —los principales partidos— puedan hacer algo por el país. Estamos seguros de que las medidas que Europa pide tomar tampoco resolverán los problemas de Grecia”, dijo Trompoukis.
Las medidas de austeridad contemplan el aumento de los impuestos y recortes a salarios, servicios y pensiones que han enfurecido a muchos votantes y provocaron un cambio en el voto de los griegos, quienes retiraron su apoyo hacia la coalición de izquierda.
Trompoukis afirma que en Grecia hay mucha gente pobre y que muchos trabajadores han visto sus salarios se desplomaron el año pasado y que los precios no bajan. “No tienen dinero para cubrir sus necesidades básicas, como comprar alimentos o pagar por los servicios; cada día son más las personas que caen en esa situación. Así que si no tienes dinero para comprar comida, poco te importa el futuro europeo del país, te preocupa tu supervivencia”.
Desencanto en las urnas
Los reportes de los medios griegos reflejan el dolor que vive la gente, así como el sentimiento de estar injustamente obligados a pagar por una crisis que no provocaron.
I Avgi, diario de izquierda que se publica en Atenas, insinuó que la comunidad internacional está intentando asustar al pueblo griego para que elija un gobierno que se sujete a los acuerdos del rescate, a pesar de las dolorosas medidas que trae consigo. El diario comienza una de sus historias principales con la frase: “Las fuerzas detrás del rescate y la troika causan el caos durante 30 días con el objeto de ‘corregir’ el voto popular”.
Según Marios Efthymiopoulos, presidente del grupo de estudios Strategy International, basado en Tesalónica, la afluencia a las urnas fue mucho menor de lo normal en la elección del 6 de mayo, lo que con seguridad refleja la desilusión de la gente respecto al sistema. Efthymiopoulos dijo que el país necesita urgentemente un gobierno estable y creíble que restaure la confianza y haga saber a los inversionistas que Grecia está “lista para hacer negocios”.
“El problema es cómo pagar la deuda, cómo salir airosos de esa deuda. No es tarea fácil”, dijo Efthymiopoulos. El analista advirtió de que si Grecia abandonara el euro y retomara una moneda nacional, como el dracma, la maniobra significaría años de caos y costaría dinero que el país no tiene. El catedrático griego quiere ver a más gente joven involucrada en la política, que traiga ideas nuevas y una perspectiva más abierta.
El presidente de Strategy International dijo que se requiere reformar las leyes y el sistema electoral para alcanzar la estabilidad a largo plazo. Advirtió que nadie hará caso al primer ministro interino y que Grecia seguirá luchando por mantenerse a flote hasta que se elija un gobierno, que se gane la confianza de la gente y que logre alianzas en el extranjero. “No tenemos ningún aliado”, dijo. “Carecemos de credibilidad y nadie confía en nosotros, lo que es desafortunado porque muchos de nosotros somos dignos de confianza y ahora debemos probarlo”.
Trompoukis, el periodista de 32 años, dijo que cuatro de sus amigos han tenido que abandonar Grecia en los últimos meses para encontrar trabajo. “Si me hubieran preguntado hace dos años, no hubiera creído que tantos jóvenes tendrían que irse de Grecia a Londres, Alemania u otro país europeo. Esto es muy triste”, dijo.
“No somos perezosos”
Melina Grigoriadou, quien viaja con frecuencia fuera de Grecia por su trabajo en una empresa de exportaciones, dice que se siente frustrada por la opinión poco favorecedora de su país en el exterior. “No somos un país de gente perezosa, de ladrones o criminales”, dijo. “Como en cualquier país del mundo, hay gente que trabaja duro (por salarios ínfimos), gente que ruega por tener un trabajo para poder alimentar a su familia u otros que temen por un futuro incierto”. Melina atribuye el problema al sistema corrupto, presidido durante décadas por el PASOK y Nueva Democracia, no en la gente común que sufre gracias al egoísmo de los políticos.
“Los griegos no votaron pensando en su futuro en la Unión Europea, fue un voto de ira en contra del sistema político, en contra de los políticos que nos han tratado durante años como si fuéramos sus ‘clientes’”, dijo. Teniendo en cuenta las elecciones del próximo 17 de junio, esta madre de dos hijos asegura que Grecia necesita mantenerse en el curso europeo. “No puedo decir que me sienta optimista por lo que sucederá, pero hasta cierto punto sé que puedo, que intentaré influir en mis amigos que votaron enojados la última vez para que ahora piensen bien su voto”, dijo. “Soy europea, quiero seguir perteneciendo a la Unión Europea. Quiero tener el euro y voy a votar en las nuevas elecciones”.
Tsompanidis, el estudiante de Medicina, subraya que “hay dos cosas seguras: nadie quiere que Grecia deje el euro y todos se dan cuenta de que la situación financiera de Grecia se ha deteriorado rápidamente y sin esperanzas en el horizonte”.
Las pocas oportunidades en el sector laboral, la caída de los salarios y el aumento en los precios, genera un ambiente de incertidumbre entre el pueblo griego, lo que hace lejano el optimismo para salir de la crisis.
Michael Saba de CNN colaboró a este reportaje.