Por Rafael Romo y Michael Martínez, CNN
(CNN) – Victoria Montenegro, de Argentina, consideraba a la pareja de militares que la crió como personas generosas y humanitarias que la habían acogido como su hija debido a que sus padres murieron en una balacera en Buenos Aires en 1976.
No tenía razón para creer lo contrario, hasta que cumplió 24 años.
En ese momento el grupo que investigaba las atrocidades de la llamada “Guerra Sucia” de 1976 a 1983 le dijo a Montenegro que sus padres verdaderos estaban entre los “desaparecidos”, como son llamadas las víctimas de la guerra.
Lo que ocurrió a miles de desaparecidos –en su mayoría izquierdistas- es una agonía permanente de los horrores de la guerra.
Montenegro se sintió traicionada e impactada cuando supo que la pareja que la crió fue parte del régimen militar responsable de la desaparición de sus padres.
“Fui ‘apropiada’”, dijo Montenegro, usando el término dado a los niños cuyos padres fueros asesinados o desaparecidos durante la dictadura y que fueron entregados a otras parejas. “Me tomó varios años asimilar mi nueva identidad y encontrar paz sobre mi origen verdadero”.
Ahora con 36 años y madre de tres hijos, Montenegro supo otra verdad esta semana: se confirmó que uno de los ocho cuerpos no identificados en la frontera en Uruguay en 2002 es el de su padre.
Roque Orlando Montenegro, que desapareció a los 20 años en 1976 cuando Victoria apenas tenía unos cuantos días de nacida, fue una aparente víctima de los atroces “vuelos de la muerte”, una serie de vuelos militares en que prisioneros políticos fueron lanzados vivos al mar, dijeron investigadores forenses.
Su cuerpo probablemente terminó en la costa uruguaya y alguien lo enterró.
“Personalmente siento que no hay palabras para tantos sentimientos”, le dijo a los periodistas esta semana, describiendo su país como un “Estado genocida” que arrojó a su padre al océano.
Hoy, Victoria Montenegro se siente desconectada de su padre militar –que murió en 2003- porque fue parte del régimen que persiguió a liberales como sus padres verdaderos.
Su madre adoptiva murió hace poco.
El cariño hacia sus padres adoptivos se ha disipado: fueron buenos padres que la criaron bien. No siente odio ni animosidad, sólo traición, le dijo a CNN esta semana.
Sintió “paz” cuando supo la verdad sobre el destino de su padre.
Pero ahora se pregunta por lo que le pasó a su madre.
El grupo que investiga el legado de la guerra, Abuelas de Plaza de Mayo, que determinó el paradero de su padre a través de pruebas de ADN, ahora sigue ayudando a Montenegro a resolver el misterio de su madre, así como de miles de otros que les fueron quitados a los padres perseguidos cuando eran pequeños.
Guillermo Wulff, vocero del grupo, dijo que para Montenegro saber la verdad sobre sus padres no fue fácil.
“Le tomó mucho tiempo aceptarlo; pero cuando lo hizo, estuvo lista para el siguiente paso, que era saber cómo habían muerto sus padres”, dijo Wulff.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EEAF) anunció esta semana que los exámenes forenses y de ADN prueban que los restos humanos encontrados en un cementerio de Uruguay son los de Roque Orlando Montenegro, conocido como ‘Toti’.
“Es un milagro que EAAF, con una gota de mi sangre, haya logrado identificar los restos que mi padre estaban en Uruguay desde mayo del 76”, dijo Montenegro.
Luis Fondevrider, presidente de EAAF, dijo que identificar los restos de Montenegro fue un proceso que empezó hace 10 años en Colonia, Uruguay, a lo largo del Río de la Plata desde Buenos Aires.
“En 2002 exhumamos ocho cuerpos sin identificar del cementerio de Colonia. En ese entonces, no teníamos una hipótesis sobre cómo los cuerpos terminaron allá”, dijo Fondevrider.
EAAF tomó muestras forenses y de ADN de los cuerpos. En 2007, la organización independiente empezó a tomar muestras de sangre y de ADN de personas en Argentina con parientes desaparecidos. Victoria Montenegro fue una de las 8.500 personas que dejó muestras en los siguientes cuatro años. Finalmente, se consiguió una conexión este año.
¿Pero cómo el cuerpo de un hombre secuestrado en Buenos Aires terminó en un país diferente? Fondevrider cree que Montenegro fue asesinado durante uno de los “vuelos de la muerte”. Probablemente su cuerpo llegó a la costa uruguaya. Una lápida sin nombre fue ubicada sobre su tumba en Colonia.
Para Victoria Montenegro, buscar la verdad sobre sus orígenes ha sido un proceso lento y doloroso, pero dice que saber lo que en realidad pasó le ha dado una sensación de cierre.
“Recuperar la verdad sobre mi identidad fue algo supremamente importante”, dijo Montenegro. “Tener una identidad verdadera es un derecho humano. Recuperar los restos de mi padre ha sido importante no sólo para entender cómo murió, sino también para traer justicia a Argentina y a las víctimas del régimen”.
Montenegro dijo que el encuentro con su pasado sólo está a medio camino.
No tiene pistas sobre lo que le pasó a su madre.
Ahora, con un hijo de 20 años, la edad que tenía su padre cuando desapareció, Montenegro dijo que espera que el episodio le dé una pequeña luz adicional a su pasado oscuro.
“Aunque sea doloroso, necesitamos encontrar la verdad sobre nuestra historia”, dijo. “Al exhumar e identificar a nuestros seres queridos después de todos estos años, les devolvemos dignidad”.