(CNN) – Las acusaciones de que las tropas del gobierno estuvieron implicadas en la masacre de más de 100 civiles, incluyendo decenas de niños pequeños, en la ciudad de Houla, son “infundadas”, dijo el presidente Bachar al Asad a los parlamentarios el domingo.
“En verdad, incluso monstruos no cometen lo que vimos, especialmente en la masacre de Hula”, dijo. “Los criminales que cometieron esas masacres no son criminales por una hora o un día, son criminales por naturaleza, así que necesitamos prepararnos y defender a nuestro pueblo”.
En su discurso frente a la recién electo parlamento Asamblea del Pueblo el domingo, el presidente Al Asad condenó a los que llamó “terroristas” y a una “conspiración” contra Siria.
“En este momento, nos enfrentamos a una guerra desde el extranjero”, dijo Al Asad en su primer discurso público desde enero. “Enfrentarse con eso es diferente a enfrentarse con la gente del país”.
Sus declaraciones contrastan fuertemente con lo que la oposición y muchos líderes internacionales han dicho por más de un año: que las fuerzas de Al Asad, no “terroristas”, están detrás de la matanza continua originada de la represión del régimen a los disidentes.
Mientras el presidente daba su discurso, Homs –bastión de la oposición- era atacada con severidad, dijo la red Comités de Coordinación Local de Siria. Al mismo tiempo, al menos cinco personas fueron asesinadas en Homs, Aleppo y Hama, dijo el grupo.
Activistas opositores también reportaron ver una gran caravana militar de alrededor de 45 camiones llevando tanques de guerra, vehículos militares y soldados dirigiéndose a Deir Ezzor durante el discurso de Al Asad.
Al Asad insistió que “la batalla ha sido impuesta sobre nosotros”, pero prometió amnistía para aquellos de dejaran el combate inmediatamente.
“Incito a todos aquellos que están indecisos a que abandonen las armas de inmediato, y el gobierno no se vengará ni ahora ni nunca”, dijo en su discurso de 70 minutos. “Perdonamos a los que nos enfrentaron en el pasado”.
El presidente también ofreció lo que llamó reformas políticas y denunció a los que dijo están conspirando contra Siria.
El discurso del presidente se produce un día después de que el enviado especial de la ONU Kofi Annan dijera que Siria está en un “punto de inflexión” y que “el espectro de una guerra civil, con una preocupante dimensión sectaria, crece cada día”.
El ministro de relaciones internacionales de Araba Sudita Saud Al Fasai dijo que el régimen sirio está motivando una crisis sectaria.
“La oposición siria no tiene los medios para defenderse, y el régimen está obteniendo armas en todas parte. Desde hace un tiempo, hemos notado que el régimen está tratando de convertir la crisis en un conflicto sectario”, dijo Al Faisal el domingo.
El funcionario saudí agregó que aunque Siria aceptó el plan de paz de Annan, el gobierno no lo ha implementado. “El régimen sólo quiere ganar tiempo”, dijo Al Faisal.
Los líderes árabes subrayaron este sábado la necesidad de que se tomen medidas más firmes para poner fin a la violencia en ese país.
El primer ministro de Qatar, el jeque Hamad bin Jassim bin Jabor Al Thani, dijo que la iniciativa de paz del enviado especial Kofi Annan debe ser reconsiderada bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU, informó la agencia de noticias de Qatar. Tal medida permitiría que el Consejo de Seguridad a tomar medidas que pueden incluir el uso de la fuerza militar.
Al Thani dijo que el régimen del presidente Bachar al Assad no ha cumplido la primera parte del plan, en una aparente referencia al cese del fuego, y ha hecho caso omiso del resto de la iniciativa.
“No podemos aceptar que la situación siga como está, mientras que la tarea de Kofi Annan continúa”, dijo, de acuerdo a la agencia de noticias. “Nosotros, en la Liga Árabe, estamos dispuestos a asumir nuestra responsabilidad en la búsqueda de soluciones a través de una transición pacífica en Siria, si no hay seriedad por el régimen”.
La crisis en Siria comenzó hace casi 15 meses, cuando el año pasado una desmedida represión del gobierno contra los manifestantes se salió de control y desencadenó un levantamiento nacional contra el gobierno.
Durante meses, Naciones Unidas ha dicho que más de 9.000 personas han muerto en Siria. Sin embargo, el número de víctimas calculadas por los grupos de la oposición van desde 12.000 hasta más de 14.000. Decenas de miles han sido desplazados.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que 33 civiles y 61 miembros de las fuerzas del gobierno murieron en Siria el sábado, según reportaron dos soldados rebeldes.
CNN no puede confirmar por su cuenta el número de muertos o los informes de violencia en Siria debido a que el gobierno limita el acceso de los periodistas extranjeros al país.
En la frontera, en la ciudad libanesa de Trípoli, los combates entre hombres armados a favor y en contra del régimen sirio dejaron el sábado un saldo de 12 muertos y 50 heridos, dijeron las fuerzas de seguridad de Líbano.
La violencia sectaria en Trípoli refleja las tensiones que se viven en Siria entre los sunitas, quienes constituyen la mayoría de la oposición siria, y los alauitas, que son dominantes en el gobierno del presidente Al Asad.