(CNN) — Las muertes por la pandemia del H1N1 de 2009 podrían haber sido 15 veces más de lo que se pensaba, según un estudio publicado este lunes.
Cuando el nuevo virus H1N1, también conocido como gripe porcina, se extendió por todo el mundo hace tres años, 18.500 muertes fueron reportadas a la Organización Mundial de la Salud en los primeros 16 meses de la pandemia. Sobre la base de este nuevo estudio, publicado en línea en The Lancet Infectious Diseases, los investigadores estiman que 284.400 personas murieron realmente en el primer año que el virus circulaba en todo el mundo.
De acuerdo con un modelo desarrollado por los autores del estudio, el número real de muertes ligadas al virus de la gripe H1N1 podría oscilar entre 151.700 a 575.400. La autora principal del estudio, la doctora Fatimah Dawood, afirmó que ella y sus colegas utilizaron tres tipos de datos para llegar a sus estimaciones:
- El porcentaje de personas que se enfermaron por el virus H1N1 en 12 países.
- La proporción de gente que enfermó de gripe H1N1 y luego murió (datos que sólo se disponía de cinco países).
- Las tasas de mortalidad en los países afectados.
Las autoridades de salud reconocen que el número de casos confirmados por laboratorio subestiman considerablemente las muertes. Durante el 2009, muchos países afectados por la pandemia, especialmente en África y el sudeste asiático, carecían de la capacidad de realizar pruebas de laboratorio rutinarias y por lo tanto tenían dificultades para identificar las muertes relacionadas con la gripe H1N1.
Si bien los datos de la OMS sugieren que menos del 12% de las muertes confirmadas se registraron en África y el sudeste asiático, este nuevo estudio estima que el 51% de las muertes puede haber sido de esas dos regiones. Según estos nuevos cálculos, África tiene la mayor tasa de mortalidad, lo que más probable es influenciado por la falta de acceso a la atención de la salud y las vacunas.
Dawood, una epidemióloga médica de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, afirmó que espera que esta investigación ayude a “limitar la pérdida de vidas humanas en las pandemias futuras”.
Según la doctora, podría ser utilizado para reducir el impacto de los nuevos brotes de virus en todo el mundo, especialmente en los países con menos recursos, y también ayudar a mejorar las respuestas de salud pública durante las pandemias en las partes del mundo que han sufrido más muertes.
A pesar de que este estudio aumenta el número de muertes atribuidas a la pandemia de H1N1, este brote de gripe no era tan mortal como se temió.
Cécile Viboud y Lone Simonsen, investigadores de los Institutos Nacionales de Salud que han estudiado la pandemia de H1N1, escribieron en un editorial que la “pandemia de gripe del 2009 estaba lejos de ser el escenario apocalíptico de una pandemia similar a la ocurrida en 1918, que podría haber causado millones de muertes en todo el mundo”.
Sin embargo, el virus H1N1 tuvo un impacto significativo en las personas más jóvenes.
Este estudio estima que el 80% de las muertes ocurrieron en personas menores de 65 años —en su mayoría entre 18 a 64 años de edad— que confirma lo que fue visto por funcionarios de salud durante las primeras etapas del brote. En comparación, muchas muertes relacionadas con la gripe estacional se encuentran entre las personas mayores, de acuerdo con Dawood.