KABUL, Afganistán (CNN) – Suena un disparo, pero la mujer vestida de burka sentada en el suelo rocoso no responde.

El hombre que le apunta con un rifle a pocos centímetros de distancia dispara otra vez, pero de nuevo no hay reacción.

Hace un tercer disparo, y finalmente la mujer cae hacia atrás.

Pero el hombre dispara de nuevo.

Y una vez más. Y otra.

Nueve disparos en total.

A su alrededor, decenas de hombres aclaman: “¡Dios es grandioso!”.

El hecho, ocurrido en Afganistán, fue registrado en video. Las autoridades creen que la mujer fue ejecutada porque dos comandantes Talibán tenían una disputa sobre ella, según dijo el gobernador de la provincia en donde sucedió el asesinato.

Ambos hombres aparentemente tenían algún tipo de relación con la mujer, dijo el gobernador de la provincia de Parwan, Abdul Basir Salangi.

“Para mantener el honor” la acusaron de adulterio, dijo Salangi.

Luego “fueron a la corte para decidir el destino de la mujer y en una hora la ejecutaron”, agregó.

Ambos comandantes Talibán fueron asesinados por un tercer comandante, dijo Salangi.

“Fuimos allá a investigar y todavía buscamos personas que estén implicadas en este acto brutal”, dijo.

No queda claro en el video cuándo fue filmado.

El asesinato se lleva a cabo en el pueblo de Qimchok, cerca a la capital Kabul.

La congresista Fawzia Koofi dijo que es un gran retroceso en materia de los derechos de las mujeres en Afganistán.

“Creo que tendremos que hacer algo serio sobre esto, tenemos que hacer algo como mujeres, pero también como seres humanos”, dijo. “Ella ni siquiera dijo una palabra para defenderse”.

Koofi lloró el sábado mientras veía el video de la ejecución.

Estados Unidos condenó el asesinato “en los términos más fuertes posibles”, llamándolo un “homicidio de sangre fría”.

“La protección de los derechos de las mujeres es algo fundamental en todo el mundo, pero especialmente en Afganistán, en donde esos derechos han sido ignorados, atacados y erosionados bajo el gobierno talibán”, dijo la embajada estadounidense en un comunicado el domingo.

La ejecución pública es el más reciente ente los ejemplos más impactantes de violencia contra las mujeres en Afganistán, pero está lejos de ser un caso aislado.

Casi nueve de cada diez mujeres sufren de violencia física, sexual y psicológica o han sido obligadas a casarse al menos una vez en sus vidas, dijo Human Rights Watch en su informe anual de 2012.

El país tiene 14 refugios para mujeres abusadas, una cifra que el grupo dice “que ni siquiera representa una pequeña fracción de lo que se necesita”.

Cientos de estudiantes y maestras en escuelas de niñas en el país han sido hospitalizadas por presuntos envenenamientos sólo este año. Las niñas tenían prohibido ir a la escuela cuando el Talibán gobernó al país entre 1996 y 2001.

Salangi, el gobernador provincial, habló con CNN el domingo, el mismo día en que los representantes de más de 80 naciones y organizaciones se reunieron para considerar destinar miles de millones de dólares en ayuda a ese país.

El secretario general de la ONU Ban Ki-moon les pidió a los delegados –incluyendo Hillary Clinton, secretaria de Estado de EE. UU.- no exigir reformas complejas a cambio del dinero.

“Las instituciones afganas todavía están en sus etapas primarias”, dijo. “Los programas que ofrecen la mejor esperanza de sostenibilidad para las instituciones afganas no deberían limitarse a precondiciones complejas”.

Clinton dijo que los donantes en la conferencia prometieron alrededor de 16.000 millones de dólares para Afganistán en cuatro años. La suma no incluye el dinero de Estados Unidos porque cualquier ayuda al extranjero debe ser aprobada por el Congreso de ese país.