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Por Phil Gast, CNN

(CNN) – Muy débil para pararse y caminar, William M. LaFever se sentó en el lecho de un río poco profundo en un desierto en el sur de Utah, Estados Unidos, esperando el recate que se produjo más de un mes después de que familia supo de él por última vez.

En la tarde del jueves, un helicóptero que volaba sobre el río Escalante vio al barbado LaFever, de 28 años, quien había perdido 25 kilos y había comido ranas y raíces en su desesperado esfuerzo para mantenerse con vida durante su recorrido desde una ciudad en Utah a Page, Arizona.

“Volteamos y nos sorprendimos mucho al verlo con vida y sentado”, le dijo a CNN Shane Oldfield, un piloto de helicóptero de la patrulla de carreteras de Utah que apoyaba a la oficina del sheriff del condado Garfield.

LaFever fue hospitalizado el viernes en St. George, Utah, en condición estable. Sus familiares dijeron que tiene autismo y desorden obsesivo-compulsivo, dijo Becki Bronson, vocera de la oficina del sheriff.

La odisea del hombre de Colorado Springs, Colorado, empezó cuando llamó a su padre el 6 o 7 de junio y le dijo que estaba en Boulder, Utah, de excursión con su perro, según dijo la oficina del sheriff.

LaFever dijo que se quedó sin dinero y que alguien le robó algo de su equipo de excursión. Las autoridades dijeron que asumen que fue llevado a Boulder por alguien, pues no tiene vehículo propio.

“No quiso que yo viniera”, dijo el padre, John LaFever. “Quería que le enviara dinero para que llegara a Page”.

El padre dijo que no está seguro de cómo William llegaría hasta Page, pero su hijo mencionó que seguiría el río.

Una semana después de salir de su casa, William fue llevado al lugar en donde la carretera 12 se cruza con el río, y ahí empezó su travesía.

LaFever aparentemente no sabía la magnitud de las condiciones que enfrentaría cuando planeó caminar 80 kilómetros en el desierto Escalante hacia el lago Powell para luego montarse en un bote hasta Page, dijeron las autoridades.

Eventualmente, la comida y fuerza de LaFever se agotaron mientras seguía caminando, según las autoridades, y su perro huyó. Los funcionarios estudian un reporte de que el animal pudo haber sido localizado, le dijo Bronson a CNN.

Al no aparecer su hermano, la hermana de Lafever llamó a las autoridades el lunes, buscando ayuda y proporcionando información de dónde podía estar.

El asistente del sehriff del condado de Garfield, Ray Gardner, acompañó a Oldfield en el vuelo y le dijo que había aprendido en un entrenamiento reciente que las personas con autismo con frecuencia se sienten atraídos hacia al agua.

Oldfield dijo que el excursionista aparentemente siguió el río mientras caminaba hacia el sur y que había estado en el lugar en donde lo encontraron por varios días, desprovisto de casi toda su fuerza. LaFaver sólo estaba a unos cuantos kilómetros del lago Powell.

“Creo que probablemente anduvo lo más que pudo hasta que quedó físicamente exhausto y se mantuvo en modo de sobrevivencia”, dijo el piloto.

LaFever no tenía brújula y había dejado o perdido su equipo de excursión.

Lo único que tenía era sus pantalones, zapatos, ropa interior, una camiseta y un encendedor.

Usaba el encendedor para prender un pequeño fuego en la noche, dijeron las autoridades, y luego se metía al río para mantenerse fresco y beber agua.

Lafever movió su mano con debilidad cuando Gardner y Oldfield lo vieron desde el aire.

Después de aterrizar, los dos hombres se acercaron al hombre demacrado, sin estar seguros de su identidad. Inicialmente, LaFever no quiso entrar al helicóptero.

“Nos pedía comida pero no era como si la estuviera ingiriendo. Estaba comiendo una barra de granola mientras hablaba con Gardner”, dijo Oldfield.

En una declaración, Gradner dijo que no estaba esperando un buen resultado de la búsqueda.

“No teníamos idea si William se había quedado junto al río, o si decidió alejarse, o si fue recogido por alguien, o si estaba perdido en otro lugar”, dijo. “Volamos sobre el río sin esperanza de encontrar nada en absoluto. Las condiciones habían tenido que ser las perfectas; a menos de que estuviera en campo abierto no había forma de que lo hubiéramos podido ver”.

William LaFever estaba en un área predilecta por excursionistas, pero estaba a alrededor de 48 kilómetros más allá de donde la mayoría de personas llegan, dijo Oldfield.

“Cometió el error de asumir ‘sé lo que hago y estaré bien’”, le dijo Bronson a CNN. “Hay muchos que han hecho eso y han pagado el precio”.

John LaFever dijo que su hijo “ha acampado mucho pero siempre ha estado lo suficientemente cerca, en un lugar en donde puede hablar con personas e ir a un almacén. Nunca ha estado bajo estas condiciones”.

William LaFever, quien está incapacitado, será hospitalizado indefinidamente mientras recupera su fuerza.

“Simplemente estoy abrumado”, dijo su padre. “Esperaba que estuviera vivo. La posibilidad de que fuera hallado con vida eran de una en un millón, quizá”.