Por Patrick Oppmann

(CNN) - En el día feriado más importante de Cuba en el que celebra el comienzo de la revolución, el presidente de ese país Raúl Castro dijo que su gobierno está listo para iniciar conversaciones con Estados Unidos.

“”La mesa está servida. Si quieren discutir, discutiremos, de democracia, libertad de prensa, de derechos dumanos y todo eso que ellos han inventado, vamos a discutirlo todo”, dijo Castro. Pero añadió que el gobierno cubano tiene sus propias quejas.

Castro dio las declaraciones durante la celebración del aniversario 59 del asalto al Cuartel Moncado, un suceso considerado como el inicio de la revolución.

Esta no es la primera vez que Castro expresa sus deseos de dialogar con Washington. En abril de 2009, por ejemplo, hablando en una cumbre de líderes izquierdistas de América Latina reunidos en Venezuela, el mandatario dijo que esta dispuesto a discutir “todo, todo, todo” con los Estados Unidos, incluso temas sensibles como los derechos humanos, la libertad de expresión y la situación de los prisioneros políticos.

Los cubanos disfrutaron de un día libre este 26 de julio, una fecha en la que históricamente se han hecho importantes anuncios en la isla. El discurso de castro fue difundido varias veces en los medios estatales.

Sus palabras parecían no ser leídas e hizo varios chistes durante su presentación.

El primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado, se encargó de dar el discurso principal del evento en que demandó que Estados Unidos regresará la base naval de Guantánamo, ubicada cerca del pueblo donde se realizaron las celebraciones este año.

Estados Unidos mantiene un embargo de cinco décadas con la isla y cualquier intento por mejorar las relaciones ha sufrido obstáculos, incluyendo la situación con el contratista del Departamento de Estado Alan Gross quien se encuentra en prisión bajo cargos de espionaje en Cuba.

Luego del discurso de Machado Ventura, Castro subió al escenario para, según dijo, agradecer a los asistentes, pero añadió que ya había dado muchas presentaciones esta semana y no haría ningún discurso formal.

Tras ello, Castro habló sobre las tensas relaciones cubano-estadounidenses y aseguró que preferiría que ambas naciones fueran adversarias solo en el terreno de béisbol.

Sin embargo no hubo tregua para los críticos internos, a los que los medios cubanos catalogaron como mercenarios pagados empleados por gobiernos extranjeros.

“Facciones” dentro de Cuba, dijo Castro, “ están tratando de preparar el terreno para que un día pase en Cuba lo que pasó en Libia, lo mismo que están tratando que ocurra en Siria”.

El domingo, el líder disidente Oswaldo Paya murió en un accidente de tránsito. El gobierno cubano ha dicho que el choque fue el resultado de un accidente, pero miembros de la familia de Paya consideran que fue intencional.