(CNN) — Un empobrecido gimnasta surcoreano no solo ganó el oro olímpico en salto de caballo, también recibió más de medio millón de dólares en donaciones, con lo que pasó a ser una persona rica en solo unos días.
Por muchos años, Yang Hak-seon, que ganó el primer oro olímpico en gimnasia masculina el pasado lunes, vivía con su familia en un pequeño túnel en un área rural de la provincia de Jeolla, a 200 kilómetros al suroeste de la capital de Corea del Sur.
Cubierta con unas delgadas hojas de madera y plástico, la estructura hechiza que servía de vivienda casi fue destruida por las fuertes lluvias hace dos años, de acuerdo con la prensa surcoreana.
Luego de que los problemas financieros de Yang salieron a la luz tras su triunfo olímpico, varias compañías ofrecieron ayuda a la nueva estrella.
La última donación por 444.000 dólares fue del director general del Grupo LG, Koo Bon Moo, que anunció este jueves que el regalo es para ayudar a Yang a olvidar sus problemas financieros y dedicarse al entrenamiento.
Yang, que tras su victoria dijo que quería construir una casa para su familia, también hará realidad ese sueño, de acuerdo con medios locales.
El director general de la compañía de construcción Samla Group anunció esta semana que construirá un departamento para el atleta valuado en 190.000 dólares. Yang y su familia podrán mudarse al apartamento para finales del próximo año, dijo Oh Woo-hyun.
Nongshim, el fabricante de las sopas instantáneas favoritas de Yang, también ofreció a la familia “cantidades ilimitadas de sopas instantáneas”, de acuerdo con un comunicado de prensa.
Por si las necesidades de Yang no están aún cubiertas por las donaciones corporativas, él también puede usar 88,800 dólares donados por el presidente de la Asociación de Gimnasia de Corea.
Pocos, incluido su propio entrenador, estaban al tanto de la difícil situación económica de Yang hasta los Juegos Olímpicos de Londres.
El entrenador solo sabía que Yang era un hombre joven con un talento nato para la gimnasia, dijo Cho Sung-doe a CNN.
Desde que su padre perdió su trabajo en una fábrica debido a una lesión, Yang ha apoyado a la familia con su modesto salario de la Asociación de Gimnasia de Corea, complementando el ingreso que su padre obtiene trabajando parte de su tiempo en una granja, según reportes.
De acuerdo con su perfil olímpico, Yang comenzó entrenando gimnasia a la edad de nueve años. Como adolescente, emergió como un contendiente en eventos internacionales cuando logró el primer lugar en salto de potro en los Juegos Asiáticos de 2010.
En Londres 2012, el joven logró una puntuación de 16.533, dejando detrás a sus competidores, el ruso Denis Ablyazin, que obtuvo plata; y el ucraniano Igor Radivilov, que logró el bronce.