(CNN) — Un hombre vestido con el uniforme de la policía afgana asesinó a dos militares de Estados Unidos en la provincia de Farah, tras lo cual se suicidó, informó el Ejército estadounidense en un comunicado.
Los asesinatos son los últimos de una serie de ataques este año, realizados por los afganos vestidos con uniformes de las fuerzas de seguridad.
El jueves, a través de un comunicado presuntamente difundido por el líder de los talibanes, Mohamed Omar, se jactó de que los combatientes se están infiltrando en las fuerzas de seguridad de Afganistán y están atacando a fuerzas de la OTAN en sus bases.
El comunicado publicado en los sitios web militantes, también sigue la noticia de que seis soldados estadounidenses y un soldado británico murieron en ataques separados.
“Muchos afganos han mostrado su disposición a ayudar (a los talibanes) de una manera astuta,” dijo el comunicado obtenido por el Grupo de Inteligencia SITE, que monitorea las actividades de los grupos militantes en la web.
“Como resultado, los invasores extranjeros y sus aliados en sus centros y bases militares están sufriendo golpes demoledores por estos heroicos soldados.”
CNN no puede verificar de manera independiente la autenticidad de la declaración, que fue publicada antes de la celebración del Eid al Fitr, que marca el final del mes sagrado musulmán del Ramadán.
Se sabe que los talibanes habitualmente reclaman la responsabilidad de los ataques e inflan el número de víctimas.
Infiltrados en el personal de seguridad afgano han matado a unos 93 soldados de la OTAN desde mayo de 2007, y han matado al menos a 31 este año en todo el país, dijo Bill Roggio, editor en jefe del blog Long War Journal. Esa cifra no incluye las dos muertes en la provincia de Farah de este viernes.
El general John Allen del ejército de Estados Unidos, comandante de las tropas de la OTAN en Afganistán, dijo que los funcionarios de la coalición estaban trabajando en un nuevo procedimiento para comprobar los antecedentes de los afganos que se inscriben en el ejército o la policía.
El gobierno estadounidense ha ofrecido una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca a la detención de Omar, quien se hizo cargo de Afganistán en la década de 1990 y estableció un régimen fundamentalista islámico que dio refugio a Osama bin Laden y su red al Qaeda.
Omar desapareció de la vista pública después de que la coalición liderada por Estados Unidos derrocó a los talibanes y sus líderes del poder en Afganistán en diciembre de 2001 por negarse a entregar a bin Laden tras los ataques terroristas del 9/11.
Con los años, se negó a ser fotografiado o filmado y viajó en raras ocasiones. Como resultado, la apariencia de Omar ha sido un misterio para muchos. Los que se habían reunido con Omar han dicho que tiene un ojo cosido, el resultado de una herida sufrida durante una batalla con las tropas soviéticas durante su ocupación de Afganistán.
Ha habido una serie de informes contradictorios sobre el destino de Omar. El año pasado, los talibanes negaron los informes de que su líder había muerto, aunque no ha sido visto en público desde que fue derrocado del poder.