Por Katie Hunt y Nasir Habib
(CNN) — Una niña cristiana de 11 años fue arrestada tras ser acusada de blasfemia por quemar hojas del Corán en la capital de Pakistán, Islamabad.
Según un comunicado de la oficina del presidente dado a conocer el domingo, la niña, identificada como Ramsha, fue acusada por residentes locales de quemar las hojas del texto sagrado de los musulmanes al usar el papel como combustible para cocinar.
Reportes de medios locales indicaron que la niña tiene síndrome de Down. CNN no ha podido confirmar estos reportes, mientras que un policía local dijo que no eran verdad.
Qasim Niazi, el oficial de policía a cargo de la estación cerca de donde ocurrió el incidente dijo que la niña no tiene enfermedades mentales pero que es analfabeta y no ha ido a la escuela.
La niña acusada dijo que no tenía idea de que había páginas del Corán entre los papeles que quemó, añadió.
Niazi dijo que había unas 150 personas reunidas el viernes donde vive la población cristiana y que amenazaron con quemar sus casas.
“La turba quería quemar a la niña para darle una lección”, declaró a CNN.
Otras familias cristianas que viven en la zona huyeron temiendo represalias, añadió.
El comunicado del presidente Asif Ali Zardari decía que había pedido un reporte urgente sobre el incidente y añadió que secciones vulnerables de la población debían ser protegidas “por cualquier mal uso de la ley contra la blasfemia”.
“Una blasfemia no puede ser condonada pero nadie debe mal interpretar la ley para ajustar cuentas personales”, dijo el vocero del presidente, Farhatullah Babar.
Críticos de la controversial ley dijeron que está siendo usada para perseguir a minorías religiosas.
El político y exjugador internacional de cricket, Imran Khan, escribió: “¡Vergonzoso! Enviar a una niña de 11 años a prisión es contra cualquier espíritu del Islam que trata de ser justo y compasivo”.
“La pobre niña ya está sufriendo del síndrome de Down. El Estado debería cuidar a estos niños no atormentarlos. Exigimos su liberación inmediata”, dijo Khan, quien ahora lidera el partido Thereek-e-Insaf en Pakistán.
La legislación permite castigar con la muerte un insulto al Islam, el Corán y al profeta Mahoma.
Pakistán es hogar de cerca de dos millones de cristianos, que constituyen más del 1 % de la nación islámica, según estadísticas del gobierno.