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(CNN) — Investigadores franceses viajaron este sábado a Gran Bretaña para continuar con la búsqueda de pistas sobre los misteriosos asesinatos de cuatro personas en el este de Francia, así como de la identidad de las víctimas y del homicida.

Se espera que acudan a la casa de dos de las víctimas, los ciudadanos británicos Saad al Hilli y su esposa, Ikbal, en Claygate, en el condado inglés de Surrey.

Sus cuerpos fueron encontrados en un automóvil este miércoles, en un estacionamiento aislado al pie de los Alpes, cerca de Annecy, informó el fiscal francés Eric Maillaud.

Las dos hijas de la pareja, de cuatro y siete años, sobrevivieron al ataque, aunque la mayor fue encontrada gravemente herida fuera del carro, con una fractura de cráneo y una herida de bala en el hombro. Ahora está en un coma inducido y aún no puede ser entrevistada, dijo Maillaud, quien describió su supervivencia como “un milagro”.

La identidad de una tercera persona que murió en el auto no está clara todavía. Era una mujer mayor con un pasaporte sueco, pero su relación con los demás no ha sido confirmada, según el fiscal.

La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores sueco, Linn Duvhammar, dijo a CNN que las autoridades francesas terminaron la autopsia, pero que la mujer no fue completamente identificada.

“Aún hay evidencia técnica que necesitan trabajar antes de confirmar su identidad”, explicó.

En tanto, Suecia informó a la familia de la persona con el pasaporte sueco, que ahora espera más datos de la investigación en Francia.

La cuarta víctima es un ciclista francés identificado como Sylvain Mollier, encontrado muerto de un balazo en la cabeza en la misma zona del estacionamiento. El fiscal Maillaud abrió una investigación judicial por asesinato e intento de asesinato en este caso.

Tres investigadores franceses llegaron a Gran Bretaña este viernes, mientras que otro viajará este sábado.

En tanto, la policía de Surrey informó que colabora con las autoridades de Francia.

“Esta es una investigación compleja y en desarrollo encabezada por las autoridades francesas, y la policía de Surrey proporciona toda la ayuda posible”, indicó un comunicado de la policía. “Como parte de esto, la autoridad está facilitando la visita de investigadores franceses para llevar a cabo pesquisas en Gran Bretaña”.

Desde este jueves, los oficiales de la policía de Surrey han estado estacionados afuera de la casa de la familia al Hilli, en un barrio adinerado de la localidad.

En declaraciones a la prensa este viernes, Maillaud no dio más información del posible responsable o su motivo. Sin embargo, trató de desalentar la especulación de los medios sobre una supuesta disputa familiar que implica al hermano de Saad al Hilli y un conflicto sobre una herencia.

El hermano acudió a la policía voluntariamente este jueves, después de enterarse a través de los medios sobre el caso, dijo Maillaud.

Volvió a la policía por su propia cuenta este viernes para decir que no había conflicto alguno con su hermano sobre el dinero, como se había informado, según el fiscal.

Los investigadores también esperan informes balísticos que pueden revelar los detalles del arma o armas que se usaron en los 25 disparos que se encontraron en el lugar. Las cuatro víctimas fueron alcanzadas por al menos tres impactos de bala y todos recibieron disparos en la cabeza.

Otra pista puede encontrarse en el informe de un testigo que vio a un vehículo verde 4x4 y una moto cerca del lugar de los asesinatos, en las afueras de la aldea de Chevaline, en la montañosa región de Haute-Savoie.

Por otra parte, las autoridades francesas esperan entregar a la niña de cuatro años a familiares en Gran Bretaña una vez que su seguridad pueda garantizarse, dijo el fiscal. Aunque no tuvo daños físicos, es cuidada por personal pediátrico, bajo vigilancia de la policía británica y funcionarios consulares.

Su hermana mayor también es protegida por la policía.

“Esperamos que pueda contarnos por lo que pasó, darnos descripciones del asesino o los asesinos”, dijo Maillaud.

Sobre las víctimas fatales, se sabe que Saad al Hilli era un ingeniero nacido en Iraq en 1962 y naturalizado ciudadano británico.

Jack Saltman, residente de Claygate, dijo que al Hilli había llegado de Iraq desde hace muchos años y que él y su esposa hablaban perfecto inglés.

“Era una familia encantadora”, dijo Saltman. El vecino agregó que Ikbal al Hilli era una dentista.

Personal de la escuela a la que acudía la niña de siete años declinó comentar el caso.

Dan Rivers y Per Nyberg contribuyeron con este reporte