(CNN) — Aproximadamente el 25% de las personas se desmaya alguna vez en la vida. El término técnico para desmayo, cuando se debe a un desencadenante en el medio ambiente, es síncope vasovagal. El proceso involucra una caída en la presión sanguínea.
Tal vez sea por ver sangre o por estar parado durante mucho tiempo, dolor, o pensamientos aterradores. En cualquiera de estos casos, puede que estés alerta en un momento y al siguiente te hayas desvanecido.
Un nuevo estudio publicado en el diario Neurology sugiere que los desmayos tienen un componente genético. Anteriormente había evidencia contradictoria acerca del papel de la genética en la tendencia al desmayo. Una revisión reciente a varios estudios mostró que cualquier correlación se debe a la casualidad.
Pero este estudio considera a unos gemelos, quienes comparten más material genético que cualquier otro par de personas. Los investigadores estudiaron a 51 pares de gemelos del mismo sexo en los que al menos alguno de ellos se hubiera desmayado. Este grupo incluyó una mezcla de gemelos monocigóticos (provenientes de un mismo óvulo, que se dividió) y dicigóticos (provenientes de dos óvulos distintos). Los gemelos monocigóticos presentan mayores similitudes genéticas, e incluso se les conoce como gemelos idénticos, mientras que los gemelos dicigóticos son conocidos como fraternos.
Los investigadores entrevistaron a los gemelos vía telefónica, utilizando un cuestionario estandarizado. Los resultados mostraron que en el caso de los gemelos idénticos, era más probable que ambos hubieran presentado desmayos, en comparación con los pares de gemelos fraternos.
“Los estudios con gemelos nos proveen de evidencia muy fuerte sobre los componentes genéticos y son un método clínico clásico para la búsqueda de evidencia de efectos relacionados con la genética. Esto es respaldado por la información de nuestro estudio que no incluía gemelos en la familia”, dijo uno de los autores del estudio en un correo electrónico, el médico Sam Berkovic, neurólogo de la Universidad de Melbourne, Australia.
La investigación sugiere que existe una fuerte influencia genética en los desmayos “haciendo a estos sujetos más vulnerables a los desencadenantes medioambientales que darán como resultado un desmayo en un momento particular, tales como eventos cargados de emociones, estrés, el ver sangre, etc.”, dijo Berkovic.
No existió evidencia de que los participantes padecieran problemas cardiacos o fallas autonómicas, un trastorno del sistema nervioso, que pudieran también provocar los desmayos, y ningún par de gemelos presentó un historial familiar de muerte súbita por motivos cardiacos.
Existe un gran espectro de causas de desmayos, según se concluyó en el estudio. Por un lado, están los factores genéticos, particularmente cuando son recurrentes y se asocian a desencadenantes típicos. Del otro lado están los factores medioambientales, especialmente los que son “infrecuentes y no se asocian a los desencadenantes típicos”.
Esto significa que las personas que están estrechamente relacionadas pueden tener una propensión similar a los desmayos, dijo Berkovic.
Pero este estudio presenta ciertas debilidades. Se trató de un estudio pequeño, y los investigadores no realizaron exámenes de diagnóstico para excluir otras posibles causas de desmayos, como problemas cardiacos o fallas autonómicas.
El estudio puede ayudar a los científicos a identificar en qué tipo de genes reside la tendencia al desmayo, dijo Berkovic.
Para explorar más a detalle este tema, deben de llevarse a cabo estudios genéticos en familias más grandes y estudiar la tendencia al desmayo existente, dijo.