(CNN) — Al trabajar en su series de desnudos, a menudo la artista Karen Divine se une a otros fotógrafos en sesiones grupales con una modelo en un estudio. Generalmente es la única mujer y la única que no utiliza una cámara digital sofisticada.
Siempre atrae miradas de curiosidad cuando llega a la sesión solo con su teléfono. La semana pasada, un colega le preguntó si eso funcionaba.
De hecho sí. Ella fotografía, compone y manipula todas sus piezas a través de su iPhone.
Su serie de desnudos explora si una fotógrafa ofrece una perspectiva distinta de los desnudos femeninos, en comparación con los hombres que dominan esta área.
Las piezas de Divine no solo han recibido reconocimiento por su calidad como un trabajo producido con un iPhone, sino que compiten contra la fotografía tradicional. Su obra fue premiada en dos ocasiones en el concurso de fotografía Eyephoneography y ganó el primer lugar de la categoría de Desnudo Artístico en los premios Lucie, una competencia internacional.
Desde que descubrió el potencial del iPhone como herramienta fotográfica y artística, hace casi un año y medio, Divine ha descargado más de 50 aplicaciones fotográficas y abandonó las voluminosas cámaras que fueron su invaluable instrumento durante cuatro décadas de carrera. “Desde que uso el iPhone no he vuelto a utilizar mi cámara”, reconoce.
El arte realizado con teléfonos inteligentes ha empezado a ser reconocido como un nuevo medio artístico viable que da a los veteranos la oportunidad de ampliar su estilo y alcance. El artista de medios mixtos, David Swann, ha trabajado con soldadura, fotografía análoga y digital, serigrafía, pintura y Photoshop; para él, el iPhone es un lienzo más.
“No se trata de minimizar los procesos tradicionales”, dice Swann. “Es solo otra forma de compartir una idea creativa con la gente”. Entre sus trabajos mixtos se cuenta la fotografía manipulada en el iPhone, impresa en lienzo y cubierta con pintura acrílica.
David Rams, un fotógrafo que trabajaba para la revista Playboy y que ahora experimenta con los medios mixtos, cuenta que descarga en su teléfono fotos tomadas con su cámara Nikon y les aplica algunos filtros. En ocasiones, a los clientes les agradan más estas fotografías.
Rams encuentra la belleza en la imperfección: en las cicatrices de la piel de sus modelos y en los efectos de raspado y sobreexposición de algunos filtros de Instagram. Para él, experimentar con aplicaciones es como hacer bocetos. “No hay presión”, dice Rams. “No tengo un cliente impaciente tras de mí”.
Esta técnica también le permite documentar su vida personal sin sentir que está trabajando, a diferencia de cuando cargaba con su cámara. “Hay veces que no quieres cargar con la cámara para poder involucrarte; pero un teléfono celular es mucho más espontáneo”, dice.
Los tres artistas coincidieron en que vale la pena sacrificar la resolución de las fotografías a cambio de la improvisación que el iPhone permite. Pueden tomar una imagen de una bonita formación de nubes mientras hacen otras tareas o una composición en la sala de espera del consultorio médico.
No solo los artistas experimentados juegan con sus teléfonos. Los smartphones y las aplicaciones existentes proporcionan una base y herramientas para las personas creativas que no se dedican al arte por falta de capacitación o de presupuesto. Daria Polichetti y Nate Park lanzaron en 2010 el sitio web iphoneart.com, donde los artistas móviles pueden subir sus portafolios y compartir técnicas entre sí.
Organizaron el Festival de Artes Móviles de Los Ángeles en agosto pasado, donde participaron más de 200 artistas. “Se presentaron tanto artistas reconocidos como amas de casa”, dijo Polichetti. “Vino gente de todo el mundo, desde Líbano, Turquía, África, participaron de una forma que antes no era posible en el mundo del arte”.
Tanto Polichetti como Divine, cuya obra fue presentada en el festival y en el sitio web dan la bienvenida a los recién llegados.
Polichetti anunció la inauguración de una tienda en línea a través de la cual los artistas pueden vender impresiones de su obra. “Alimentamos recíprocamente nuestra creatividad”, dijo Divine, quien imparte talleres sobre las técnicas que utiliza.
“Puedo enseñar las técnicas, pero la gente debe tener una visión y ser capaz de expresarse a través de su trabajo”.
Polichetti añadió que ha escuchado decir en muchas ocasiones que los artistas móviles no son realmente artistas, ya que solo oprimen un botón para aplicar unos cuantos filtros y que el verdadero trabajo está en manos de los desarrolladores de las aplicaciones.
“Estos artistas están al frente de la innovación y hacen cosas que los desarrolladores de las aplicaciones no sabían que se podían hacer. Están inventando nuevos procesos”, dijo. “Es una auténtica colaboración”.
¿Crees que el arte creado con teléfonos móviles es una forma legítima de arte? Comparte con nosotros tu opinión en la sección de comentarios.