BENGASI, Libia (CNN) — Diez días después de la muerte de cuatro estadounidenses en Bengasi, Libia, cientos de personas marcharon por la ciudad y tomaron la sede de un grupo radical islámico ligado con el ataque al consulado estadounidense.
Miles de manifestantes salieron a las calles este viernes por la mañana con el mensaje de que ellos —y no los responsables del incidente de la semana pasada— representan los verdaderos sentimientos del pueblo libio.
“Lo siento, Estados Unidos”, dijo un hombre. “Esta es la Libia real”.
Durante la noche de este viernes, cientos de personas acudieron a las instalaciones de Ansar al Sharia, un grupo radical islamista libre.
Mientras los militantes escapaban, los manifestantes incendiaron un vehículo y tomaron el edificio sin disparar un solo tiro. Algunos de los participantes dijeron que liberaron a unos 20 rehenes y expresaron su deseo de controlar otros inmuebles de Ansar al Sharia.
El general Naji al Shuaibi dijo que después de este incidente, los ciudadanos “revolucionarios del levantamiento del 17 de febrero” pidieron que el edificio fuera entregado al Ejército libio.
“De hecho, corrimos hasta aquí y ahora vamos a tomar el control”, dijo el general. “También hay otros lugares que pretendemos tomar (que pertenecen a grupos armados) si los revolucionarios y la gente nos lo permiten”.
Pero algunos manifestantes se reunieron en lugares que albergan a las fuerzas leales a la autoridad nacional, dijo el militar, incluida la sede del batallón Rufallah al Sihati. Aunque se escucharon disparos, no está claro de dónde provinieron.
El presidente del Congreso Nacional General de Libia, Mohamed al Magariaf, agradeció a los manifestantes por ayudar a desalojar a los “grupos armados”.
También dijo que la brigada de Rufallah al Sihati estaba “bajo el comando de la autoridad nacional”. Al parecer, es un caso de confusión de identidad.
Magariaf pidió a los manifestantes detener sus actividades y volver a casa.
Hubo rumores de que grupos en contra de la autoridad nacional aprovecharon la euforia tras la toma de la sede de Ansar al Asharia e incitaron a los manifestantes a moverse hacia lugares controlados por el Ejército y la Policía.
El pasado 11 de septiembre, el embajador de EU, Christopher Stevens, fue asesinado junto a otros tres estadounidenses después de que un grupo atacó el consulado de ese país en la ciudad ubicada en el este.
Considerada como la cuna de la revolución que llevó a la muerte del líder libio Mohamar Gadafi, en los últimos meses Bengasi ha enfrentado problemas de seguridad.
Reportes iniciales indicaron que antes del ataque al consulado, Ansar al Sharia organizó una protesta en contra de Estados Unidos y de una película que se burla del profeta Mahoma.
Este jueves, el primer ministro libio, Mustafa Abushagur, dijo que hay ocho personas detenidas en relación con el ataque, incluidos miembros de Ansar al Sharia. Sin embargo, aclaró, no todos los atacantes provienen de un grupo específico.