Por Barbara Starr y Adam Levine
(CNN) — El asalto mortal de este mes al consulado de Estados Unidos en el este de Libia fue claramente un ataque planeado por terroristas, dijo el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, este jueves.
“A medida que determinamos los detalles de lo que ocurrió allí y cómo ese ataque se dio, se hace evidente que había terroristas que planearon la agresión”, dijo Panetta.
En declaraciones a los periodistas en el Pentágono, Panetta dijo que los investigadores no han determinado todavía exactamente qué terroristas estaban involucrados en el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi. “Hay un montón de diferentes tipos de terrorismo en esa parte del mundo”, dijo.
Esta es la más reciente evaluación sobre el ataque del 11 de septiembre al consulado que mató al embajador de Estados Unidos en Libia y a otros tres estadounidenses.
El FBI se encuentra a cargo de la investigación, aunque sus agentes que están en Trípoli todavía no han podido acceder a la sede diplomática debido a que no hay garantías de seguridad, según fuentes policiales. Las autoridades libias han dicho que interrogaron a decenas de personas por el incidente.
En los días siguientes al asalto al consulado, funcionarios de la administración de Estados Unidos ofrecieron evaluaciones contradictorias de lo que sucedió en Bengasi. Algunos funcionarios de alto rango dijeron que la violencia estalló espontáneamente en medio de una gran protesta por una película que denigra al profeta Mahoma y la fe islámica.
El gobierno, funcionarios de inteligencia y legisladores han estado en desacuerdo sobre si la violencia fue el resultado de una manifestación que se agravó, si fue un ataque terrorista planeado o una combinación de los dos.
El 14 de septiembre, el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que las autoridades estadounidenses no contaban con elementos suficientes que indicaran que se trataba de un ataque “planificado o inminente”.
Dos días más tarde, Susan Rice, embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, dijo que las autoridades estadounidenses creían que los extremistas llevaron a cabo el ataque después de que la protesta espontánea comenzó fuera del edificio.
“No tenemos información en la actualidad que nos llevara a concluir que esto fue premeditado o planificado de antemano”, dijo.
Pero el 19 de septiembre, Matthew Olsen, jefe de inteligencia antiterrorista, dijo a los senadores que había sido un ataque terrorista. Al día siguiente, Carney dijo también que era “evidente que lo que sucedió en Bengasi fue un ataque terrorista”.
Estados Unidos ha estado llevando a cabo misiones de aviones no tripulados de monitoreo de tráfico en llamadas de teléfonos celulares entre los grupos extremistas en el este de Libia desde hace algún tiempo, dijeron funcionarios estadounidenses a CNN.