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New York (CNN) — El presidente Barack Obama y el republicano Mitt Romney se encontraron por segunda vez esta semana al compartir escenario en la Cena Alfred E. Smith de este jueves en Nueva York y hacer bromas el uno sobre el otro.

Vestidos con esmoquin para este evento, tradicional en un año de elecciones, los dos hicieron pausa en el Waldorf Astoria para una noche de catarsis cómica a menos de tres semanas de enfrentarse en los comicios.

Romney siguió la costumbre del evento al burlarse un poco sobre sí mismo.

De pie, frente a un mar de personas vestidas elegantemente, el republicano bromeó:

“Una campaña requiere una gran cantidad de cambios de vestuario. Blue jeans por la mañana, quizá. Un traje para un almuerzo de recaudación de fondos. Chaqueta sport para la cena. Pero es bueno finalmente relajarse y usar lo que Ann y yo vestimos en casa”.

Luego del debate del pasado martes, Romney destacó que él y Obama disfrutaron la cena “charlando agradablemente”.

“Por supuesto, le doy crédito al cardenal por eso”, dijo el republicano en referencia al cardenal estadounidense Timothy Dolan, quien se sentó entre los candidatos. “Se necesita a la máxima autoridad espiritual de Nueva York para que nos comportemos”.

Además, Romney usó el humor para retar al presidente y sus políticas.

El candidato del Partido Republicano dijo que no le sorprendería que Obama hablara sobre un reporte de empleos mejor de lo esperado para septiembre.

“Él sabe cómo aprovechar un momento, este presidente, y ya tiene un nuevo lema de campaña convincente: Estás mejor ahora que hace cuatro semanas”, dijo.

Después de varios golpes a Obama, Romney apuntó contra el objetivo favorito de un político: la prensa.

“Ya vi los reportes de la cena de esta noche. El titular: Obama arropado por los católicos, Romney cena con gente rica”, dijo, entre risas.

Romney cerró su comentario con una nota seria y elogió a su rival.

“Nuestro presidente ha tenido algunos momentos buenos y graciosos. No le digan que yo lo dije, pero nuestro presidente número 44 tiene muchos dones y una familia hermosa que harían a cualquier hombre orgulloso”, dijo. “En nuestro país puedes oponerte a alguien en la política y argumentar de manera sólida contra sus políticas sin mala voluntad. Y así es para mí”.

En tanto, Obama también recurrió a la autocrítica, aunque ciertamente dio unos cuantos golpes a su oponente. La mayoría de las risas que logró fue cuando se burló sobre su desempeño en el primer debate presidencial.

“Como algunos de ustedes notaron, tuve mucha más energía en nuestro segundo debate”, dijo. “Me sentí muy bien, descansado después de la larga siesta que tomé en el primer debate”.

La noche de ese encuentro, el 3 de octubre, también fue su aniversario número 20 con su esposa, Michelle. Al respecto, Obama dijo que aprendió que “pueden pasarte peores cosas en tu aniversario que olvidar comprar un regalo”.

Contra Romney, quien estaba sentado a unos pocos metros, también habló:

“Hoy fui de compras a algunas tiendas en Midtown; entiendo que el gobernador Romney fue a comprar algunas tiendas en Midtown”.

Luego, el presidente bromeó sobre el reciente viaje del republicano a Europa, tras el cual enfrentó titulares negativos por sus comentarios durante su gira por Gran Bretaña, Israel y Polonia.

“En 2008, después de mi viaje al extranjero, fui atacado como una celebridad porque era tan popular con nuestros aliados en el extranjero”, dijo. “Tengo que decir que estoy impresionado con lo bien que el gobernador Romney evitó ese problema”.

Durante su presentación, Obama dijo que comparte con su rival una cosa en común: nombres “inusuales”.

“En realidad, Mitt es su segundo nombre. Me gustaría poder usar mi segundo nombre”, dijo en referencia a éste, “Hussein”.