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(CNN) — Barack Obama se reunió este lunes con la ganadora del Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi en su hogar en Myanmar, de quien elogió su “coraje y determinación” durante una histórica visita al país una vez dominado por la represión y el secretismo.

Como el primer presidente en funciones de Estados Unidos en visitar Myanmar, Obama urgió a sus líderes, quienes se han embarcado en una serie de reformas políticas y económicas de largo alcance desde 2011, a no extinguir los “destellos de progreso que hemos visto”.

Obama dijo que su visita a la villa ribereña donde San Suu Kyi pasó años bajo arresto domiciliario marcó un nuevo capítulo entre los dos países.

“Aquí, a través de muchos años difíciles, es donde ella mostró tan inquebrantable coraje y determinación”, dijo Obama a reporteros, de pie junto a la mujer ícono de la democracia. “Aquí es donde ella mostró que la libertad humana y la dignidad no pueden ser negadas”.

El país, también conocido como Burma o Birmania, fue gobernado por un régimen militar hasta principios de 2011 y por décadas estuvo política y económicamente separado del resto del mundo.

Suu Kyi repitió su advertencia de que la apertura del país sería difícil.

“El momento más difícil en cualquier transición es cuando pensamos que el éxito está a la vista, entonces tenemos que tener mucho cuidado de no sentirnos atraídos por un espejismo y de que estamos trabajando hacia un éxito genuino para nuestra gente y la amistad entre nuestros dos países”, dijo.

Antes de la reunión con Suu Kyi, Obama pasó una hora con el presidente de Myanmar, Thein Sein, cuyas reformas han visto la liberación de cientos de prisioneros políticos y dado pasos para abrir la economía del país.

Obama dijo que la democracia y las reformas económicas iniciadas por el presidente podrían llevar a “increíbles oportunidades de desarrollo”. Thein Sein, quien usó un atuendo púrpura con una camisa blanca, dijo a Obama que estaba comprometido con el fortalecimiento de las relaciones bilaterales.

En un alejamiento del protocolo usual, Obama se refirió al país como Myanmar. El nombre Myanmar fue introducido por el régimen militar hace 23 años y es usado por los actuales líderes del país, pero la administración Obama ha optado por el nombre colonial de Burma que también es usado por Suu Kyi y activistas por la democracia.

Además de la reunión con Thein Sein y Suu Kyi, Obama dio un discurso en la Universidad de Yangon, donde urgió al país a continuar con su “destacado viaje”.

“Los destellos de progreso que hemos visto no deben de extinguirse”, dijo Obama. “Las reformas lanzadas por la cima de la sociedad deben coincidir con las aspiraciones de ciudadanos que forman sus cimientos”.

La “fiebre de Obama” se apoderó de Yangon, con las calles que llevan al aeropuerto llenas de multitudes que agitaban los colores de la bandera estadounidense, tomaban fotos y esperaban el paso del presidente.

El día previo a su visita, Obama destacó que su visita “no era un apoyo al gobierno birmano”.

“Es un reconocimiento de que hay un proceso en curso dentro de un país que hace apenas un año y medio o dos años nadie preveía”, dijo Obama el sábado a reporteros en Tailandia, la primera escala de su gira por Asia. Agregó que el país se estaba moviendo “en una mejor dirección”.

Los gobiernos occidentales han respondido a los esfuerzos progresivos de Myanmar disminuyendo las sanciones contra el antiguo régimen militar. El viernes, Estados Unidos eliminó las restricciones a la mayoría de las importaciones de Burma.

Pero el país también ha sufrido disturbios en los últimos meses debido abrotes de violencia sectaria. Musulmanes rohingya y budistas locales han protagonizado enfrentamientos en el estado de Rakhine. Durante la violencia, Naciones Unidas informó que al menos 89 personas habían sido asesinadas en dos semanas y 110,000 habían desaparecido.

Obama urgió a Myanmar a usar su “diversidad como una fuerza, no como una debilidad”.

“Creo profundamente que este país puede trascender sus diferencias, y que cada ser humano en estas fronteras es parte de la historia de su nación”, dijo.

El mandatario estadounidense se reunió brevemente con representantes de organizaciones de la sociedad civil, incluyendo defensores de la población rohingya. Algunos críticos también han cuestionado la visita, señalando que podría ser prematura y fallar en estimular las reformas que podría lograr si llegara en el momento oportuno.