Por Iván Pérez Sarmenti

Buenos Aires (CNN) - El primer paro general contra los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner desde 2003, convocado hoy por el gremialismo opositor se hizo sentir en Argentina, sobre todo por las dificultades que hubo en todo el sistema de transporte debido a los cortes de ruta y piquetes. Los manifestantes reclaman mejoras salariales y cambios en la política económica.

Las protestas de los gremialistas interrumpieron desde temprano casi todos los accesos a la Capital, además de generar cortes en varios puntos del centro, lo que causó que en Buenos Aires se viviera en la calle un clima de feriado.

En la mañana fue casi imposible entrar y salir de la ciudad, ya que hubo cortes en casi todos los accesos, con los peajes liberados desde las 6,30, y los trenes, colectivos y subterráneos estuvieron interrumpidos de manera parcial.

Además de los problemas de transporte de pasajeros, hoy no funcionan los camiones, las estaciones de servicio ni los vuelos de cabotaje. Tampoco hay recolección de residuos, bancos, actividad portuaria ni atienden la mayoría de los hospitales y la administración pública.

Entre los reclamos de los manifestantes se destacan el aumento del sueldo mínimo y de las jubilaciones a poco mas de 1000 dólares, el pago de la deuda que mantiene el Estado con las obras sociales sindicales y una revisión del llamado impuesto a las ganancias, que implica un recorte mensual en el salario de los trabajadores, en un escenario de inflación anual cercana al 25%, según cálculos privados, que doblan a los índices oficiales.

Desde uno de los accesos cortados, Pablo Micheli, uno de los organizadores y titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) opositora, destacó el “éxito” del paro y sostuvo: “Hay cientos de miles de compañeros a lo largo y ancho del país frente a un Gobierno que cierra los ojos a los que pensamos distinto”.

Mientras tanto, desde el gobierno nacional criticaron la medida de fuerza. El jefe de gabinete, Juan Manuel Abal Medina, aseguró que no hay paro, sino “un piquetazo” porque “se cortaron accesos y vías de ferrocarriles” para que la gente no pueda ir a trabajar.

“No hay paro. Un paro es cuando los obreros y los empleados deciden no acudir a sus lugares de trabajo. Esto es un piquetazo, en el que los que logran ir a trabajar son apedreados, como estamos viendo en el centro porteño”, dijo Abal Medina en declaraciones a una radio.

La medida de fuerza fue organizada por el ala crítica de la Confederación General del Trabajo (CGT) y el sector más combativo de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), con apoyo de otros sectores opositores al gobierno, como la Federación Agraria.

Mientras que a partir del mediodía se iban levantando algunos de los cortes en los acceso, el líder de la CTA advirtió que si no hay respuestas a sus reclamos volverán a “cortar rutas y puentes todas las veces que sea necesario”.