Por Paula Newton
(CNN) — Sin importar la crudeza de las cifras, en especial las relacionadas con las bajas entre la población civil, los ganadores y perdedores en el conflicto entre Gaza e Israel ya están dando nueva forma a las alianzas políticas en Medio Oriente.
Antes de que se lanzara el último misil, antes de que la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, anunciara el cese al fuego, ya existían consensos entre los accionistas y los analistas sobre la forma en la que los eventos de la semana pasada habían transformado el destino de muchas personas en Medio Oriente.
El presidente de Egipto, Mohamed Morsi, al que todos subestimaron, navegó elegantemente por el campo minado de los intereses en conflicto, incluidos los de su propio país.
“Para ser un presidente civil en Egipto al que se percibía como un líder débil, ha sorprendido a todos con su desempeño”, considera Aaron David Miller, erudito en temas de Medio Oriente del Centro Woodrow Wilson.
Morsi demostró que tiene el poder necesario para atraer a la mesa a Hamas y convencer a su dirigencia de acordar un cese al fuego. La intermediación en ese acuerdo le ha dado un muy necesario capital político tanto en el mundo árabe como en Estados Unidos.
Esta también fue una victoria para Israel y su tenaz primer ministro, Benjamin Netanyahu. A solo meses de las elecciones, el gobierno de Netanyahu localizó y mató al líder militar de Hamas, Ahmed al Jaabari. Al hecho siguieron cientos de ataques aéreos en contra de Gaza, pero la auténtica victoria podría haber sido el estreno en combate del Iron Dome (Domo de Hierro), el sistema de defensa financiado por Estados Unidos que ha evitado que decenas de misiles de Hamas golpeen a los civiles israelíes.
Sin embargo, irónicamente Hamas ha resurgido más osado de este conflicto y su tregua.
“Hamas ha resurgido más fuerte, ha consolidado su control en Gaza y ha ganado legitimidad”, explica Miller.
Para el pueblo palestino, los líderes militantes de Gaza se enfrentaron a Israel más valientemente que nunca y lanzaron misiles más lejos que nunca. Además, podrían lograr una reducción del bloqueo económico sobre Gaza si se logra un acuerdo integral.
“Miren lo que han logrado: fueron ellos y no (el presidente Mahmoud) Abbas quienes han atraído los reflectores internacionales sobre el problema palestino”, dice Miller.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y la facción de la Fatah han perdido mucho en este conflicto. Se suponía que él sería el intermediario moderado de la paz quien finalmente lograría establecer un acuerdo con Israel. Ahora, ni siquiera puede decir que habla en nombre de todos los palestinos y ha demostrado que no tiene poder alguno sobre Hamas, su acérrimo rival.
Y ahí está Irán, afuera, mirando, pero siempre presente cuando se trata de Hamas. Supuestamente la influencia de Irán ha menguado tras este episodio. El Domo de Hierro desvió hacia el cielo cientos de sus misiles. Mientras que Israel siempre ha acusado a Irán de contrabandear armas para Hamas a través de la frontera con Egipto, Irán lo confirmó tácitamente hoy.
“Gaza está bajo asedio, así que no podemos ayudarles. Los misiles Fajr-5 no han salido de Irán. La tecnología fue transferida (hacia allá) y se están fabricando rápidamente”, dijo Mohamed Ali Jafari, líder de la Guardia Revolucionaria de Irán, según la agencia noticiosa iraní, ISNA.
La cuestión ahora es: si Israel ataca a Irán, ¿puede Irán solicitar a Hamas que responda con misiles, o acaso los ha vuelto inservibles un Domo de Hierro que mejora constantemente?
En cuestión de días, gracias a una tregua, han cambiado las alianzas y las enemistades en la región, y esto ciertamente afectará cualquier negociación de paz futura.