(CNN) — Así es como un simple acto de bondad puede convertirse en una inspiración a nivel mundial y una mina de oro de relaciones públicas para el Departamento de Policía de Nueva York.
Una turista de Arizona, que estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado (y también trabaja en Seguridad) visitaba Nueva York a mediados de este mes cuando notó que un hombre sin zapatos pedía dinero cerca de Times Square.
Jennifer Foster, de Florence, Arizona, envió a la página de Facebook de la policía de Nueva York la siguiente nota junto con una fotografía que tomó del hombre.
“Justo cuando estaba a punto de acercarme, uno de sus agentes se acercó a él. El oficial dijo: ‘tengo estas botas del 12 para usted, son para todo tipo de clima. Póngaselas y cuídese’.
El oficial se sentó en el suelo y ayudó al hombre a ponerse los calcetines y las botas. El oficial no esperaba NADA a cambio y no sabía que yo estaba viendo. He estado en las fuerzas del orden por 17 años. Nunca me había impresionado tanto en mi vida. No tomé el nombre del oficial.
Es importante, creo, que todos nosotros recordemos la verdadera razón por la que estamos en este trabajo. El recordatorio que el oficial hace a nuestra profesión es que su muestra de bondad humana no se debe perder ni en mí ni entre ningún oficial del orden con quien se comparta esta historia”.
Esa actualización de Facebook se volvió viral. El martes había sido compartida más de 77.000 veces. Tuvo 322,000 “likes” y 22.000 comentarios. La mayoría de los usuarios alababa el acto, desde lugares como Australia y Malasia.
“Los ángeles están por todas partes, solo tenemos que verlos”, escribió Helen Hoglund.
“Esta acción me da un sentimiento de calidez, incluso aquí, en Holanda”, escribió Elbert Donker.
Este jueves se dio a conocer la identidad del oficial: Larry DePrimo, de 25 años. Él contó que patrullaba Times Square durante la noche del 14 de noviembre cuando se encontró con el hombre, quien tenía ampollas en los pies.
“Mi corazón se conmovió con este hombre”, dijo DePrimo a CNN. “Solo fui directo a él y le pregunté si quería un par de calcetines. Pero él respondió: ‘no, y que Dios te bendiga por preguntar’”.
El agente dijo que solo tuvo una palabra para describir las amables palabras del hombre: “Inspiradoras”.
Con ese sentimiento, DePrimo se dirigió a una tienda cercana luego de preguntarle al hombre de cuál calzaba y compró las botas de invierno. El personal de la tienda notó lo que ocurría y ofreció un descuento al oficial, dijo el asistente de la gerencia, José Cano.
Cuando DePrimo le dio las botas al hombre, él le agradeció con una sonrisa de oreja a oreja.
“Y de nuevo me bendijo y me deseó que estuviera bien”.
El oficial admite que le sorprende la reacción positiva de su gesto y que espera inspirar a otros a ayudar a extraños necesitados.
“Si esto hace que alguien más tenga un gesto amable hacia otra persona, entonces dormiré bien esta noche”.