Londres (CNN) — El príncipe Guillermo de Gran Bretaña y Catalina Middleton esperan a su primer hijo, tras 19 meses de matrimonio, dio a conocer el palacio el lunes.

Pero hasta 2011, cualquier hija nacida del duque y la duquesa de Cambridge no habría disfrutado del mismo derecho a heredar el trono británico. Reglas provenientes de siglos atrás decretaban que la corona pasa al hijo mayor y solo se otorga a una hija cuando no hay hijos varones.

Todo esto cambió en un encuentro sostenido por los líderes de 16 países de la Commonwealth en Perth, Australia, en octubre de 2011, cuando se acordó por unanimidad enmendar las reglas de sucesión.

CNN examina los antecedentes de un polémico y añejo debate.

¿Qué propició el cambio?

El tema ha sido discutido desde hace años en Gran Bretaña, y anteriormente ya se habían propuesto cambios, pero la modificación de las reglas de sucesión requiere de una ley aprobada por el Parlamento y la aprobación de los otros 15 reinos en los que la realeza británica ocupa la jefatura de Estado.

Los sucesivos gobiernos británicos no han podido encontrar el momento adecuado en el Parlamento para debatir las propuestas de cambiar la ley. Un vocero de la oficina de David Cameron, primer ministro de Gran Bretaña, dijo que a menudo este tema había sido considerado como “demasiado espinoso y complicado como para tratarlo con rapidez”.

El matrimonio entre Guillermo y Catalina, en abril de 2011, volvió a poner el tema sobre la mesa. David Cameron se refirió directamente a la pareja en su discurso ante los líderes de la Commonwealth, y dijo que las reglas de sucesión eran “obsoletas”.

“La cuestión de que, solo por ser hombre, un hijo varón más joven deba convertirse en monarca en vez de que sea una hija de mayor edad… esta forma de pensar no concuerda con la de los países modernos en los que nos hemos convertido”, dijo.

¿Qué se acordó?

Los líderes de los 16 países de la Commonwealth que tienen como jefa de Estado a la reina Isabel II acordaron de forma unánime que los hijos y las hijas de los monarcas británicos tendrán los mismos derechos al trono. También acordaron que los futuros monarcas británicos pueden contraer matrimonio con alguien católico romano, algo que actualmente no está permitido.

¿Cuáles fueron las bases históricas de las viejas reglas?

La tradición de favorecer al heredero de sexo masculino, denominada primogenitura masculina, se remonta a muchos siglos atrás y esta se puede observar en el gran árbol genealógico de la monarquía británica.

Pero una ley clave que dicta la forma en que se eligen a los monarcas británicos es la Ley de Instauración de 1701, la cual tiene sus raíces en la pugna religiosa de aquellos tiempos. La página oficial de internet de la monarquía británica explica que el decreto fue elaborado con el propósito de asegurar la sucesión protestante al trono.

Richard Fitzwilliams, comentarista de la realeza y exeditor de la publicación internacional Who’s Who, explicó que este ha sido un tema que divide opiniones, desde los tiempos en que el rey inglés de los Tudor, Enrique VIII, se separó de la iglesia Católica de Roma, en el siglo XVI, lo cual conllevó a décadas de persecución religiosa.

La Ley de Instauración estableció que ningún católico romano ni nadie casado con un católico podría portar la corona inglesa. Esto se modificará ahora, para que un heredero al trono pueda ser monarca incluso si está casado con un católico.

La página de internet de la monarquía británica proporciona el ejemplo de dos personas de la actual familia real a los que se les quitó de la línea sucesoria debido a que se casaron con católicos: George Windsor, conde de Saint Andrews, y el príncipe Michael de Kent.

¿Qué consecuencias tiene esto para Guillermo y Catalina?

Los cambios significan que si el primer hijo de la pareja es niña, con el tiempo ella se convertirá en reina. Anteriormente, un hijo de sexo masculino, aunque fuese más joven, habría tenido la preferencia. No obstante, esto podría ser hasta dentro de muchos años. El príncipe Carlos es el primero en la línea sucesoria al trono cuando muera la reina Isabel II, y su hijo Guillermo ascendería al trono después de su reinado.

El discurso de David Cameron deja en claro que las nuevas reglas no son retroactivas, por lo que la hermana mayor del príncipe Carlos, Anne, no estará en la línea sucesoria por delante de sus hermanos menores Andrés y Eduardo.

También significa que cualquier heredero nacido del duque y la duquesa de Cambridge puede casarse con un católico y conservar la corona.

¿Qué es lo que no cambia?

El soberano británico también es jefe de la Iglesia de Inglaterra, parte de la Iglesia Anglicana, y conserva el título de Defensor de la Fe. David Cameron dijo en el encuentro de 2011 que “el monarca debe estar en comunión con la Iglesia de Inglaterra, ya que él o ella es cabeza de esa Iglesia”. Esto bloquearía que un católico porte la corona.

El príncipe Carlos desató la controversia en 1994, cuando dijo en una entrevista de televisión que él preferiría ser visto como un “defensor de credos” para incluir asuntos católicos del soberano, los cuales describió como “igual de importantes que los asuntos anglicanos o protestantes”. Continuó enumerando otros credos que son igualmente importantes.

¿Qué sigue después?

David Cameron explicó en su discurso ante los líderes de la Commonwealth que “por razones históricas” primero se debe publicar en la legislación del Reino Unido, pero que las disposiciones necesarias serán implementadas al mismo tiempo en toda la Commonwealth.

Sin embargo, el proceso es complejo. El vocero de Donwning Street dijo que, además de la Ley de Instauración, se deberán enmendar muchas otras leyes arcaicas, entre ellas la Carta de Derechos de 1689, el Juramento de Coronación de 1688 y el Acta de Unión y el Acta de Matrimonios Reales de 1772.

Cada uno de los otros 15 países de la Commonwealth tendrá que enmendar sus propias leyes.

¿Qué países se ven afectados?

La Commonwealth se compone por 54 estados independientes, la mayoría de los cuales tiene lazos con Gran Bretaña, aunque la reina Isabel II solamente es jefa de Estado de 16 de esos países, entre ellos Reino Unido. Los otros países son Antigua y Barbuda, Australia, Bahamas, Barbados, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Islas Salomón y Tuvalú.