Por Gary Morley
(CNN) — Brasil espera hacer de la Copa del Mundo 2014 “uno de los eventos deportivos más protegidos en la historia”, dijo el gobierno este miércoles mientras anunció una inversión de 900 millones de dólares en sus fuerzas de seguridad.
Planea tener a un policía por cada 50 personas que asisten a los partidos de futbol y uno por cada 80 personas en los eventos públicos alrededor del país.
“El gobierno hizo un programa para compilar las medidas necesarias para la seguridad de todos. Esto es algo a lo que enfrentamos con mucha importancia”, dijo el ministro de deportes, Aldo Rebelo.
El organismo mundial del futbol, la FIFA, expresó sus preocupaciones sobre el aumento en la tasa de crímenes en Brasil, particularmente en Sao Paulo, así como preocupaciones de que la infraestructura de la nación sudamericana está retrasada.
“Vemos una gran ola de crimen en Sao Paulo, lo que no es bueno para su imagen o el turismo”, dijo el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke el año pasado.
Rebelo dijo que los problemas son evaluados.
“El gobierno de Sao Paulo adoptó medidas y respuestas para la seguridad junto con el gobierno federal, quien ofreció ayuda. Las acciones son adoptadas para la Copa del Mundo”, dijo.
Valcke hizo pocos amigos en Brasil a principios de este año cuando criticó la falta de progreso hecha para proporcionar hoteles suficientes e instalaciones de transporte y fue forzado a disculparse.
Dijo el mes pasado que los problemas persisten, pero reconoció avances.
“En una ciudad no nombrada hay 17,000 habitaciones de hoteles y un estadio con capacidad para 45,000 personas”, dijo Valcke, sugiriendo que los turistas puede batallar por encontrar hospedaje. “Pero ahora hemos pasado de hablar de los problemas a hablar sobre las soluciones”.
El equipo de postura de la Copa del Mundo de Brasil aumentó su presupuesto de seguridad mientras el país se prepara para ser anfitrión del torneo por primera vez desde 1950, al igual que la precursora Copa Confederaciones del próximo año y los Juegos Olímpicos de 2016.
Invierte en vehículos de alta tecnología, helicópteros y equipo de vigilancia, con los 900 millones de dólares para ser gastados de un presupuesto de infraestructura más amplio de 15,000 millones de dólares.
“La seguridad se ha vuelto un problema mayor para eventos deportivos importantes en la última década”, dijeron los organizadores de la Copa del Mundo en un comunicado.
“Esto ha aumentado el nivel de intercambio de información entre los países que recientemente han sido anfitriones de eventos para asegurar la seguridad pública”.
La última Copa del Mundo se llevó a cabo en Sudáfrica, otro país con problemas de crimen. Su gobierno dijo que invirtió 70 millones de dólares para desplegar a 31,000 oficiales de policía durante el torneo.
Destinó un presupuesto total de 150 millones de dólares para seguridad y dijo que después del evento de 2010 gastó 65 millones de dólares en equipo de control de multitudes, entrenadores de escenas del crimen, helicópteros, cañones de agua, chalecos antibalas nuevos y 100 BMWs para patrullas de caminos.
Recientemente, el gobierno británico presupuestó 890 millones de dólares en seguridad para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, más 760 millones de dólares para servicios de policía y ejército. Causó indignación con planes de poner lanzadores de cohetes antiterroristas en los techos de hogares civiles.
Los organizadores de Londres 2012 fueron forzados a llevar fuerzas armadas después de que el contratista de seguridad privada de los Juegos, G4S, no pudiera cumplir sus obligaciones ya que no reclutó suficientes trabajadores.
Brasil ha tomado consejos de Canadá, quien fue anfitrión de los Olímpicos de Invierno 2010 en Vancouver.
“Así es cómo debe ser realizado, como lo hicimos: aprender de aquellos que estuvieron a cargo de la seguridad en otros eventos antes de nosotros”, dijo el superintendente de la Policía Montada Real Canadiense, Kevin Bruyckere.
“Es importante sacar el máximo provecho de lo que otros han hecho previamente para planear la seguridad. La relación entre los países y los organismos policiales de estos países es muy importante. Sé que Brasil trabaja de cerca con la comunidad internacional”.