(CNNMéxico) — Un nuevo capítulo en la rivalidad entre Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez se abre este sábado con el MGM Grand Garden de Las Vegas como escenario y con una idea fija para el Dinamita: “que el referí levante mi mano al final de la pelea”.
Pacman y Márquez se han subido al ring en tres ocasiones, con resultados muy cerrados. La primera vez que se encontraron fue en 2004, cuando se declaró empate; luego se enfrentaron nuevamente en 2008 con el resultado a favor del filipino aunque no por nocaut, sino por decisión dividida.
La tercera pelea, celebrada el año pasado, estuvo envuelta en la polémica cuando los jueces decidieron darle la victoria a Manny Pacquiao, quien fue superado por el mexicano en los últimos rounds.
“No juzguen mi carrera por estas cuatro peleas. Echen un vistazo a todas mis 61 peleas y después decidan dónde pertenezco en la historia del boxeo”, escribió Juan Manuel Márquez.
Sin embargo, este duelo representa una cuestión de dignidad para el púgil nacido en la Ciudad de México y cerrar un capítulo en el que asegura se le ha negado injustamente el triunfo.
“Solo quiero que los jueces califiquen la pelea en el ring y no lo que ellos piensan que está pasando en el ring… Todo lo que pido por un juicio justo, y si perdí, perdí. Pero si gané quiero que mi mano sea alzada esa noche en el ring”
Manny Pacquiao describe a Márquez como una “leyenda”, junto a Julio César Chávez, aunque asegura que el mexicano no define su carrera.
“Sé que no he tenido peleas perfectas contra Márquez en el pasado y mi incentivo en esta pelea es pelear como debería”, escribió en su blog en la promotora de box Top Rank.
En los últimos días, el cuarto episodio se vio ensombrecido por las declaraciones del entrenador de Pacman, quien puso en duda la condición física del boxeador mexicano.
“Si (su cuerpo) es natural, besaré su trasero”, dijo Roach la semana pasada al sitio USToday, a lo que la defensa de Márquez respondió que el incremento en su masa muscular se debe al arduo trabajo que ha realizado para este encuentro.
Las insinuaciones de Roach también se dan por el preparador físico de Dinamita, Ángel Hernández, quien ha estado envuelto en la polémica tras ser señalado como un proveedor de sustancias prohibidas para atletas como la excorredora Marion Jones, a la que le fueron despojadas las cinco medallas que ganó en Sydney 2000.