Por Josh Levs
(CNN) — El presidente estadounidense Barack Obama está analizando medidas que ayuden a prevenir la violencia de asesinatos masivos en el país, dijo el vicepresidente Joe Biden este miércoles.
“El presidente va a actuar. Las órdenes ejecutivas, las decisiones ejecutivas, se pueden tomar”, dijo Biden a los reporteros antes de las reuniones con los grupos que representan a los sobrevivientes de tiroteos masivos. “No hemos decidido todavía cuáles serán, pero estamos recopilando todo con la ayuda del secretario de Justicia y el resto de los miembros del gabinete”.
La acción legislativa también se necesita, dijo Biden. “Estoy convencido de que puede afectar el bienestar de millones de estadounidenses, y sacar a miles de personas de la zona de peligro si actuamos de manera responsable”, dijo.
El presidente Obama prometió el mes pasado que un grupo de trabajo supervisado por Biden proporcionará “propuestas concretas” a finales de enero para reducir la violencia armada.
El grupo, que incluye una serie de miembros del gabinete y funcionarios de gobierno, se estableció a raíz de la masacre en Newtown, Connecticut, que dejó 27 muertos, 20 de los cuales eran niños de primaria.
Además de las leyes para el control de armas, el grupo está analizando medidas de atención de salud mental y cómo manejar lo que el presidente ha descrito que es una cultura que “glorifica las armas y la violencia”.
La breve declaración de Biden de este miércoles llega antes de lo que probablemente serán algunos de los testimonios más emotivos ante el grupo de trabajo.
Entre los que hablarán en pro de leyes de armas más estrictas está Colin Goddard, de la Campaña Brady contra las armas. Le dispararon cuatro veces en la masacre de Virginia Tech de 2007, en la que un hombre armado mató a 32 personas y se suicidó.
“Mi trabajo es representar la voz de la inmensa mayoría de los estadounidenses (…) que quiere algunos cambios integrales y de sentido común en nuestra política de armas de fuego”, dijo a CNN este miércoles. “Hay soluciones básicas comunes que respeten la Segunda Enmienda”, que en Estados Unidos da el derecho a la posesión de armas.
En muchas ocasiones, la venta de armas en Estados Unidos se realiza sin verificación de antecedentes, y “eso es una mala política”, argumentó. La realización de estos controles “no limita a un ciudadano respetuoso de la ley de conseguir un arma. Pero alguien con un historial de antecedentes penales de enfermedad debe hacerse un examen”.
El grupo de trabajo también escuchará a las organizaciones de seguridad de armas, este miércoles.
Para este jueves, el grupo de Biden atenderá a la contraparte, los grupos que defienden el derecho a tener armas, incluyendo la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
La NRA ha argumentado que se ha comprometido a mantener a las personas protegidas, pero que el enfoque en el control de armas más estricto es un error.